LA MARINA PLAZA
SUBSCRIU-TE
Inicia sessió
Periodisme, passe el que passe
Publicat: Divendres, 8 març, 2019

Mafia Salud S.A., capítulo 8: La reunión

MAFIA SALUD S.A.

Francisco Sánchez García

Todos los personajes, las situaciones y los hechos que se relatan a continuación son producto de la imaginación. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.


Mafia Salud S.A., capítulo 8: La reunión
CAPITULO 8
LA REUNIÓN

Ya nadie ponía en duda que la recogida de firmas para echar a Mafia Salud había sido un triple éxito. 4Gats había conseguido muchos miles de firmas en toda la comarca, algo nunca visto en las otras comarcas privatizadas; había creado el ‘problema’ Mafia Salud, que ya empezaba a escocer en los despachos de la Conselleria de Sanitat; y había visibilizado el problema de manera que los poderes públicos ya no podían hacer oídos sordos ni mirar para otro sitio.

Ante esta situación la Conselleria de Sanitat ofreció a la Plataforma una reunión con el GAS (Gerifalte de Asuntos Sanitarios), un cargo directivo de nivel medio que daba a entender que se tomaba a la Plataforma bastante en serio, pero no tanto como para reunirse, todavía, con los primeros espadas.

Los miembros de la Plataforma se tomaron muy en serio la oferta de reunión y la prepararon a conciencia. Reunieron toda la documentación posible que pusiera en evidencia la mala praxis de la organización. Hicieron una selección de las historias personales más lacrimógenas para intentar tocar la fibra sensible del GAS (a quién por supuesto no conocían).Recogieron todas las noticias aparecidas en la prensa local y regional (Vetusta y Oriente) para dar más fundamento a sus argumentos. Lo que es más importante, trazaron una estrategia de dos velocidades en la que el destierro de Mafia Salud de la comarca era el objetivo final a lograr, pero antes, conscientes de que la cosa iba a costar, se plantearon una serie de objetivos a corto plazo entre los cuales, de forma prominente e irrenunciable, figuraba la reapertura de los centros de salud. En total reunieron un buen montón de documentación que, esperaban ellos, lograría impresionar al GAS.

Es sabido por todos que las enfermedades nunca llegan en buen momento. Pero en este caso el infarto de miocardio fue especialmente desafortunado. No solo para el GAS, que estuvo a punto de perder la vida, sino sobre todo para los miembros de la Plataforma, que recibieron la noticia con mucho escepticismo y desazón. Justo después de la exitosa recogida de firmas el GAS se ponía muy enfermo, una enfermedad, les dijo la secretaria, de la que tardaría meses, insistió en que serían meses, en recuperarse. Parecía una mano negra, una estrategia de desgaste del enemigo. En pleno verano, y sin nada previsto más que la reunión que llevaban casi dos meses preparando, la Plataforma se quedó huérfana de actividad. Un contratiempo que aportaba una lección práctica de activismo. Ten siempre un Plan B preparado. El verano pasó sin que nadie se atreviera a proponer de nuevo las concentraciones en los centros de salud por miedo al fracaso, tras haberse normalizado la situación después de 12 meses cerrados. Siguió el goteo, eso sí, de las notas de prensa, y ahora que todos los partidos políticos de la oposición se habían implicado, cada reunión de la Plataforma era un acontecimiento digno de reseña.

Por fin, a finales de septiembre, MP1 recibió una llamada de la secretaria del GAS. Su jefe se había repuesto satisfactoriamente y estaba dispuesto a recibirlos el 25 de octubre.

Y allí estaban los cuatro miembros de la Plataforma a la hora y en el día señalados en el castillo de infinitos despachos, laberínticos pasillos enmoquetados y ejércitos de funcionarios y funcionarias de alto standing. Se habían rearmado teóricamente y aprendido casi de memoria toda la documentación atesorada durante los preparativos para la audiencia, y estaban perfectamente preparados para desgranar la retahíla de afrentas y disgustos de los muy sufridos ciudadanos de la comarca. El GAS resultó ser un amable funcionario reconvertido a político de baja estofa, de modales exquisitos y con una capacidad portentosa de escucha. Resultó que lo del infarto de miocardio era verdad y, aunque demostró no tener mucha inclinación a hablar sobre sí mismo, les relató brevemente su recuperación estival en una playa de Castellón, la preferida por aquel entonces del Partido Casposo de Derechas.

Los miembros de la Plataforma se quedaron anonadados cuando el Gerifalte les dijo que comprendía perfectamente todo lo que le estaban contando. Les dijo que en la Conselleria de Sanidad estaban un poco hartos de tanto salir en la prensa con noticias negativas pero que entendía que era la única forma de visibilizar los problemas. También reconoció que Mafia Salud les estaba dando muchos quebraderos de cabeza, muchos más de los esperados, y que añoraba lo tiempos pasados cuando la gestión de la sanidad era cosa de funcionarios tranquilos sin un ansia desmesurada por enriquecerse y con un poco más de pundonor profesional. Y entonces les soltó la bomba. La Consellería de Sanidad iba a reabrir los centros de salud. Era una decisión que se había tomado al más alto nivel. Y era irrevocable. Insistió en que él mismo se había asegurado de que la decisión fuera irrevocable. Se cruzaron miradas entre la incredulidad y el júbilo más desbordante. ¿Sería verdad? Después de 15 meses cerrados, los goznes aherrumbrados, la situación normalizada, los profesionales empobrecidos pero resignados ¿Sería cierto que una decisión de la Conselleria iba a segar la hierba a Mafia Salud? MP1, no queriendo arriesgarse a ningún malentendido, le preguntó al Gerifalte de Asuntos Sanitarios si podían hacer pública la noticia o si la Conselleria prefería dar la noticia a los medios ella misma, y también si había alguna fecha decidida. El GAS le contestó que no había ningún problema en que la Plataforma hiciera público lo que se había hablado en la reunión y que aquello no interferiría para nada en la decisión porque, como había dicho antes, era irrevocable. En cuanto a la fecha concreta todavía no estaba decidida pero era cuestión de semanas.

El coche era un hervidero cuando volvían desde la capital a la comarca con tan estupenda noticia bajo el brazo. Tenían que hacer una reunión urgente, eso por supuesto, y allí decidir si daban una rueda de prensa por todo lo alto o se limitaban a sacar una escueta nota relatando la reunión. Finalmente decidieron que la noticia era demasiado importante como para sacar una simple nota. Harían la rueda de prensa a la que acudirían los cuatro miembros que habían ido a la capital, y habría barra libre de preguntas para los periodistas.

Era viernes, y la sala estaba más llena de lo habitual. Se había conseguido mantener el secreto durante tres días. Lo imprescindible para reunir a los miembros de la Plataforma, tomar una decisión y convocar la rueda de prensa. Pero no había pasado desapercibido que algo importante se estaba cociendo. Las expectativas eran altas. Las caras de los cuatro miembros de la Plataforma sentados a la larga mesa, con la pancarta habitual luciendo tras ellos, lo decía todo. Era algo así como cuando se da una rueda de prensa tras haber ganado un importante partido de la Liga Profesional, o cuando después de mucho tira y afloja un equipo consigue fichar a la estrecha futbolística del momento. Orgullo y regocijo.

La noticia fue titular en todos los medios locales y comarcales. También apareció en Vetusta y Oriente, como no podía ser de otra manera. Pero mientras que los medios locales y comarcales lo relataban dando un matiz de heroicidad y de logro ciudadano, los periódicos regionales eran mucho más austeros y cargaban las tintas sobre ‘el sentido de responsabilidad’ de la Conselleria y su ‘sensibilidad’ con las necesidades de los usuarios. Nadie dijo nada del papel de Mafia Salud S.A. en el desaguisado.

Deixa el teu comentari

Contingut patrocinat

Hui en portada

La Marina Plaça, periodisme passe el que passe... sempre

Portem junts 11 anys. I junts hem viscut ja de tot: inundacions, incendis, crisi, moments durs i altres molt bons, gestes socials i onades de solidaritat de les quals ens hem sentit orgullosos... Per això, tampoc ara anem a rendir-nos. Volem seguir amb tu, fent el que sabem fer: periodisme. Ens ajudes?

SUBSCRIU-TE