Una visión distinta sobre el análisis de las viviendas de uso turístico
📝ANTONIO HEDILLA
El Ayuntamiento de Denia ha sacado a la luz el informe de la Universidad de Alicante de Análisis y Propuestas del Mercado de Viviendas de Uso Turístico. Este esfuerzo del Ayuntamiento de meter rigor y análisis a un tema polémico y cada vez más difícil para la convivencia es muy loable y sin duda un acierto que debemos reconocer. Analizar y conocer la situación, así como comparar con otras normativas y situaciones, es el primer paso para actuar.
Los datos son así y no es necesario poner en duda el rigor de los autores. Los datos son los que son. Pero ante los datos y la estadística, queda siempre la parte de interpretación. A la hora de interpretar, hay una serie de aspectos más genéricos y otros, sin embargo, serán siempre de corte político. Es decir, muchos datos no son buenos o malos por sí, pero su conocimiento nos ayudará a orientarnos hacia el modelo de ciudad que queremos o dejamos de querer.
Es en este sentido si bien es de agradecer el apartado de propuestas, así como la celeridad del Ayuntamiento a la hora de aplicar algunas, echo de menos un apartado más crítico. Este apartado, insisto, dependerá siempre del modelo de ciudad que se quiera y ahí deberá ser la actual Corporación Municipal la que decida en función de su propuesta e idea de municipio.
En líneas generales, Dénia sigue operando siempre en el “Marc Turisme” y le cuesta superarlo. Es decir, siempre sitúa al Turismo en el centro y sobre esa base se mira si cada cosa afecta más o menos. Nos cuesta desplazar el modelo y transicionar hacia otro, pasar de una economía de subsistencia a una de prosperidad. En este sentido operan todavía varias de las indicaciones y conclusiones del informe y sus lecturas.
En mi juicio, hay aspectos que deberían tenerse en cuenta:
- Sobre el gasto del turismo, el informe no entra en los detalles y esto es bastante significativo. Se indica un importe de gasto total y segmentado en torno al lugar de pernoctación: hotel, vivienda de uso turístico, etc., pero no se indica posteriormente cómo se distribuye, sino que se despacha el asunto con un “gran parte de estos gastos revierten en la ciudad, bien a través de los ingresos que reciben los restauradores de la zona, las tiendas de los barrios y otros servicios ofrecidos a los turistas en la ciudad, bien a través de los ingresos directos que reciben los propietarios de los distintos alojamientos”. Este aspecto es troncal políticamente. ¿Cuánto va a propietarios de alojamientos y cuánto permea en las pymes del municipio? Circulaba por redes sociales una gráfica de Canarias en la que se indicaba que la gran mayoría del gasto turístico iba destinado al propio alojamiento, que a su vez era en muchos casos propiedad de no residentes en Canarias. No podemos más que imaginar que la situación aquí será similar. Si un residente de Valencia, Madrid o Berlín dispone de residencias turísticas en Denia y el grosor del presupuesto pagará el propio alojamiento, su repercusión en la vida del municipio es marginal. Diferentes comerciantes comentaban, sobre todo en julio, que una buena parte de los turistas iban del apartamento al super y del super a la playa, sin pasar por comercios o locales del centro de Dénia. Si éste es el caso (mi intuición me dice que sí, pero el informe no lo dice) estaríamos en un modelo de subsistencia y no de prosperidad (modelo de prosperidad es aquel que permite reinvertir y mejora la vida de los residentes de manera directa o indirecta). Esta ausencia de información es la más relevante del informe
- El informe establece un rango recomendado de VUT (Vivienda de Uso Turístico) por habitante y lo establece en 30-50, siendo 50 la cifra que más se ha repetido en ruedas de prensa. ¿Este dato a qué responde y por qué? Pensamos lo siguiente: más o menos suele calcularse que cada vivienda tiene un potencial medio de tener cuatro residentes. Si hablamos de 50 VUT por cada 100 habitantes, estamos hablando de 200 turistas por cada 100 habitantes. ¿Es ésta una cifra buena, mala o regular? Depende del modelo de ciudad que tenga cada uno. En una ciudad de prosperidad, calidad de vida y bienestar, según mi idea de ciudad 50 VUT por cada 100 habitantes es una cifra muy elevada y deberíamos aspirar a tener más residentes productivos que visitantes improductivos. Si vamos a un modelo de ciudad en el que la gente se queda y puede trabajar aquí, eso significa tener más médicos, más profesores, más talento joven que no debe migrar, vamos a una economía de prosperidad. Si vamos a un modelo que permite barrios con más turistas que residentes, vamos a un modelo de subsistencia básica. No hay bueno o malo aquí, todo depende de la idea de municipio a futuro que cada uno tenga
- En este sentido es llamativo también que el informe habla de ser más laxos con Les Marines o Les Rotes, “En otras zonas de la ciudad como Les Marines o Les Rotes, más sometidas a la estacionalidad turística, esa regulación podría ser más laxa en aras a un mayor uso de las viviendas de uso turístico durante todo el año”. De nuevo, ¿es esto bueno, malo o regular? Depende del modelo de ciudad. Si vamos a un modelo de ciudad que admite tener barrios fantasma durante nueve meses al año en lugar de tener barrios para residentes de Dénia que den lugar a una economía viva y productiva, entonces la noticia es buena. Si queremos tener una economía productiva, retener talento joven y atraer talento nuevo sin necesidad de construir más, entonces ceder Marines o Rotes es una mala noticia. En mi modelo de ciudad, renunciar a Marines o Rotes es una mala noticia y deberíamos aspirar a que esos barrios sean barrios vivos. Esto nos permitiría no construir más, no destrozar más territorio y reutilizar lo que tenemos hacia un modelo económico más activo.
- Siguiendo por esta línea, se hablaba en rueda de prensa del paso de 13.000 viviendas vacías a 5.000. Sin embargo, no había aumentado el número de vivienda principal, sino que ese paso ha ido íntegro a segunda residencia. Se comentaba que esto "era una buena noticia". ¿Es buena o mala? A riesgo de ser repetitivos, es buena o malo según el modelo de ciudad que se tenga en la cabeza. Para mí es muy mala noticia que la primera residencia se haya mantenido inmóvil en todo este tiempo, porque esto significa que la oferta no crece y por tanto la gente no puede acceder a una, y significa también posible infravivienda en sectores varios de población trabajadora que ha ido llegando (según indica el censo, varias nacionalidades han aumentado su presencia en Denia). Si la gente debe apiñarse en las mismas casas y no aparece nueva vivienda, significa que seguimos con un modelo de ciudad que vive más para el de fuera que para el residente.
El informe, como decía, es una gran iniciativa, pero las lecturas sobre el mismo pueden ser diversas. E igualmente existe un problema de fondo, que es el de marco. Al final, no se cuestiona la economía del turismo ni se producen esfuerzos hacia una transición de modelo. Si damos como bueno el gasto en apartamentos sin saber cuánto se gasta realmente en pymes de Dénia, si damos por bueno tener 200 turistas por cada 100 habitantes, si damos por bueno ceder barrios enteros al turismo y si damos por bueno que aumente la segunda residencia y no la principal, estamos dando por bueno un modelo de subsistencia y pobreza. Y el modelo de subsistencia y pobreza lo indica nuestro permanente liderazgo comarcal en los rankings de pobreza de la Comunitat Valenciana.
Con los mismos datos del informe, las lecturas pueden ser unas u otras, y mi lectura particular es que debería estimularnos a ser aún más firmes en una transición hacia una economía de bienestar, calidad de vida, talento, prosperidad y servicios públicos de calidad.