5 errores en septiembre
ADAM GAVILÁ, Entrenador Personal.
Quizá lo leas y digas “bah, esto ya lo he escuchado antes”, pero la cuestión es… ¿lo sabes de verdad? ¿Lo has interiorizado? ¿Has conseguido los objetivos que te has marcado hasta ahora? Puede parecerte una tontería, pero hay muchas personas que afirman conocer sus fallos y errores y, sin embargo, los siguen cometiendo una y otra vez. Se lo explicas, afirman que lo saben pero siguen teniendo los mismos resultados no deseados.
Por otra parte, si eres el perfil de persona que está en el lado opuesto, sí aplicas todo lo que detallo a continuación y has conseguido o estás consiguiendo tus objetivos, ¡enhorabuena! Sigue así y que nada ni nadie te detenga, ni si quiera tu mism@. Estos son cinco errores habituales en septiembre:
- Hacer demasiado ejercicio pronto
No hay duda ninguna de que la motivación nos impulsa y nos da energía para afrontar cualquier reto que nos proponemos, pero a veces nos dejamos llevar demasiado por esa fuerza y nos pasamos de frenada. Recuerda que tu cuerpo está diseñado para adaptarse a todo lo que sea necesario, pero requiere un proceso de adaptación coherente para que no sufra daños por el camino. Necesita que le vayas enseñando poco a poco el camino y no que le cierres los ojos y lo plantes de repente y sin previo aviso delante de un precipicio, porque probablemente se caiga en cuanto los abra y se lleve la sorpresa.
Ves poco a poco. Empieza de menos a más. Quédate con ganas de volver al día siguiente. Disfruta del proceso. Compártelo con personas que tengan tus mismas inquietudes en relación al ejercicio y ves comentando tus experiencias, pues verás que no eres la única persona que siente ni piensa como tú lo haces.
- Objetivos poco realistas (tiempo de entreno, tipo de dieta, etc)
Relacionado en gran medida con el punto anterior, la motivación también nos lleva a marcarnos objetivos que suelen ser súper optimistas y, por norma general, poco realistas.
Antes de empezar todo el proceso, tomate un momento de calma y organiza tu horario. Pocas personas le dan importancia a esto, pero es clave para conseguir tus objetivos:
Anota en una hoja todas las actividades cotidianas que debes desempeñar en tu día a día sí o sí (trabajo, estudios, niñ@s, familiares dependientes, etc) y cuando veas el tiempo libre del que realmente dispones, márcate tu tiempo de entrenamiento y unos objetivos acordes a él. (Postdata: ese horario de entrenamiento debe ser inamovible. No lo modifiques. En cuanto lo hagas una vez, tu mente se dará cuenta de que podrá engañarte más veces y te pondrá mil y una excusas para que cada día que no tengas ganas no vayas a tu entrenamiento).
- No hacer entrenamiento de fuerza
Si, casi cualquier actividad nos vale para hacer ejercicio y estar en forma pero es verdad que hay algunas actividades “mejores” que otras.
Cuando hablamos de ejercicio de fuerza tendemos a pensar en músculos grandes, camisetas de tirantes, cuerpos de playa y pesas. Pero no más allá de la realidad, eso es solo una parte que el marketing nos ha querido vender.
El entrenamiento de fuerza es levantarte de la cama, ir al baño y sentarte en el Wc, ponerte los zapatos, ir al trabajo, levantar al niño o la niña, tirar la basura…etc.
El entrenamiento de fuerza no requiere de unas pesas, unas barras o un gimnasio. Se puede practicar en casa y sin material.
El entrenamiento de fuerza te ayuda a fortalecer tus músculos, huesos y articulaciones, cuidando de ti para que tengas una calidad de vida mejor.
- Centrarse en el peso y no en la composición corporal
Tú puedes perder peso o perder grasa. Y no… no es lo mismo. La grasa, es grasa. El peso, sin embargo, está compuesto por muchas variables (huesos, músculos, ligamentos, cartílagos, agua, etc) y puede ser muy volátil. Piénsalo bien: si tú te pesas ahora, anotas lo que has pesado y después te bebes medio litro de agua y te vuelves a pesar… ¿qué crees que marcará la báscula? Todo pesa dentro de tu cuerpo y si no lo expulsas, se acumula. Es decir, que si vas más estreñid@ de lo habitual tu peso tampoco reflejará un realidad total.
Es cierto que pesarse puede ir dándonos pistas sobre si vamos bien encaminad@s o no, pero no debe ser un factor determinante. Sobre todo si notamos que nuestro estado de ánimo varía en función de lo que marque el peso.
Se supone que queremos perder grasa por salud, pero nuestra salud no nunca será buena si no aprendemos a gestionarnos y dejamos que cosas como el peso nos afecte.
- Las dietas del vecino
Cada persona es diferente. Aunque dos personas sean aparentemente iguales pueden ser totalmente distintas en realidad: pueden medir lo mismo, pesar lo mismo, tener la misma edad y ser del mismo sexo, pero las ves y son totalmente diferentes. Una está musculada y fuerte y la otra tiene un sobrepeso muy abundante y le cuesta incluso caminar.
¿Cómo es posible que pesen lo mismo y sean tan extremadamente distintas la una de la otra?
Porque el peso no lo es todo… ¡lo que importa es la composición de ese peso! Tú objetivo debe ser pesar lo que quieras pesar, pero con un % de grasa más bien bajo y adecuado para tu salud.
¡No copies las dietas que te puedan dar o dejar! Casi con total seguridad no te valdrán y te estarás esforzando para acabar igual de frustrad@.
Si no sabes cómo hacerlo, busca un profesional que te ayude. Estarán encantad@s de hacerlo. Te costará dinero, pero ahorrarás en tiempo y esfuerzo y casi con total seguridad que en dinero también.
¡MUCHO ÁNIMO Y MUCHA FUERZA!
ADAM GAVILÁ
Entrenador Personal. Dénia.
-Teléfono: 679.940.888
-Instagram: @adamgavila.trainer
