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Publicado: sábado, 7 septiembre, 2024

La moda de alquilar piscinas privadas por horas penetra en la Marina Alta: cómo funcionan

  • Algunas permiten celebrar fiestas por todo lo alto al estar alejadas de los vecinos, otras son mucho más familiares y cuentan con alarma de seguridad infantil y hasta hay quien permite nadar en burkini o practicar el naturismo. Los precios también son dispares
  • Aunque proliferan más en el interior, en especial en la Rectoria, también las hay próximas al Montgó o con vistas al Penyal
La moda de alquilar piscinas privadas por horas penetra en la Marina Alta: cómo funcionan

Oferta de piscinas en una de las plataformas.

Esta es una piscina «limpia, desinfectada e iluminada de 70 metros cuadrados situada en villa con jardín y preciosas vistas en la urbanización Monte Pego». Y no solo eso: también dispone «de cocina con paellero, nevera, microondas, cafeteras, 8 tumbonas, 1 cama libanesa, mesas y sillas para 25 personas». Así que, continúa el anuncio promocional, allí resulta posible «pasar un día con amigos o en familia de diversión​​,​​ bañándote​​,​​ tomando el sol​​,​​ preparando una paella​​ y terminando el día con una cena a la luz de la luna​​». Por lo tanto, «una aventura inolvidable», concluye la misma oferta.

Este es, a modo de ejemplo, uno de los anuncios (hay bastantes más) que se divulgan en la Marina Alta: se pueden alquilar piscinas privadas por horas (o por un día entero) sin necesidad de ser propietario  de una (o de un piso en una urbanización que la tenga). Y sin tener que acudir tampoco a un recinto municipal.

El alquiler funciona casi igual que un apartamento al uso (o incluso un barco con o sin tripulación). A través de plataformas digitales. Al menos dos cuentan con ofertas en las comarcas de la Marina, aunque ninguna autóctona: una página creada en Francia (Swimmy) y otra en Barcelona (Cocopool).

Como en cierto modo es lógico, la mayoría de las piscinas en este territorio se ubican en el interior: la Rectoria (hay dos con excelentes vistas a Segària, una en Ràfol), Orxeta o Tàrbena (estas dos ya en la Marina Baixa). Pero la moda se aproxima cada vez más al litoral: una en Xàbia habla de un paraíso junto al Montgó. Durante julio y parte de agosto se arrendaba otra en Dénia «de alto standing». Y otras dos presumen de vistas al Penyal d’Ifac, en Calp.

Además, cada piscina tiene particularidades bien distintas que se reflejan siempre en un reglamento, para que todo esté claro antes del alquiler. Aquí van 5 ejemplos (se han omitido ya no solo la dirección y el municipio de cada uno para respetar la privacidad.

1. Autorizado el naturismo y nadar en burka

Una piscina en interior pide por el día completo 500 euros a 20 personas, en una oferta de este septiembre. Hay además extras: el flotador (por persona, claro) o la barbacoa cuestan 15 euros y la toalla (por supuesto también personal), 3.  Se informa de que el propietario puede estar presente durante el alquiler «de vez en cuando».

El reglamento de esta piscina indica que es apta para niños, no se puede fumar y no se aceptan animales pero sí alcohol y música. La gran curiosidad (poco habitual) es que se autoriza tanto nadar en burkini como el naturismo.

2.La piscina-restaurante-sala de fiestas

Otra piscina, con una capacidad máxima de 15 personas, oferta «todas las comodidades de la montaña» y a la vez «vistas panorámicas a la montaña». Presume de wifi «superrápido» y adelanta que pronto podrá disponer de una sala común que también se alquilará como sala de fiestas. En cambio ,aquí no se pueden traer comidas ni bebidas propias ni tampoco encender barbacoas por riesgo de incendios.

Quizás por ello se trata casi de una piscina-restaurante. Los propietarios sí que ofrecen comida a sus clientes: la cena cuesta 30 euros por persona, los helados, 4, los batidos de fruta, 6 y los gofres, bocadillos y pizzas, 8. También existe un honesty bar donde consumir desde cerveza y cava hasta gintonics. El propietario está de forma permanente.

3. «Se permite fiesta… pero con límites (no eres Jack Sparrow)

Un recinto próximo al Montgó posee la piscina con mayor capacidad: pueden utilizarla hasta 30 personas a la vez. La hora cuesta a partir de 32 euros por participante. El anuncio subraya que es una piscina pensada para «estar con los amigos de fiesta o pasando un buen rato» al ubicarse sobre una parcela de 12.000m2  y por lo tanto sin vecinos próximos. Eso «no quiere decir que no hayan límites, pero sí que hay mucha privacidad». O sea que se autoriza música.

De hecho, entre las otras cosas que se permiten, además de fumar, bebidas alcohólicas, mascotas, niños menores de diez años o comida también «se permiten fiestas». Ahora bien, entre esos límites, se obliga a fumar solo en zonas acotadas para evitar incendios y respetar tanto los árboles frutales como los peces del estanque. Esto último se reclama con cierto sentido del humor: «El estanque no es un jacuzzi y aunque sea un barco reconvertido no es para subirse encima al estilo Jack Sparrow en Piratas del Caribe».

4. Alarma de seguridad infantil frente a un paisaje de ensueño

Otra oferta combina espectaculares vistas panorámicas al mar, el Penyal d’Ifac o la sierra de Oltà refugiado por un jardín de 1.700 metros cuadrados. Otro vaso de agua bien aislado, como el anterior, pero con una filosofía distinta: mucho más familiar, se permiten niños de todas las edades ya que hay una alarma de seguridad infantil. Se puede consumir comida propia.

Para una familia estándar de 4 miembros (dos adultos y dos menores) ahora en septiembre pasar la mitad del día en esta casa próxima a Calp y Benissa vale 43 euros; todo el día, 140.

5. Poder pasar la noche si se paga un poco más

Otra oferta en una población cercana también al mar anuncia que la piscina se limpia «después de cada día de uso y cambio de clientes». Se pueden hacer barbacoas (cuesta 10 euros) y la propiedad pone platos y cubiertos. Y por un precio adicional se puede pasar toda la noche.

En este caso no se aceptan niños (pero sí menores con 13 o más años) ni fiestas (aunque sí otros eventos como cumpleaños «sin música alta»). Pasar el máximo de adultos que caben en el recinto, que son diez, valdría para un todo un sábado de septiembre 1.800 euros, si bien se aceptan contraofertas. Solo dos personas podrían disfrutar de la instalación por 360 euros.

Una moda que empezó en Madrid o Barcelona

Puede resultar extraño que en una comarca con tanta playa como esta y tantas urbanizaciones con piscina tal negocio tenga visos de prosperar. De hecho la moda empezó en las grandes urbes, en Madrid o Barcelona. Pero ya se está extendiendo a prácticamente todas las comarcas costeras valencianas, desde el Baix Segura y la Marina Baixa hasta la Safor. Y es que ya se sabe: en verano o simplemente cuando hace buen tiempo (que con eso del cambio climático cada vez son más meses) todo se alquila.

Mostrando 2 Comentarios
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  1. Luis dice:

    Mira, en momentos de precariedad económica todo se entiende. Si para poder comer tienen que alquilar la piscina pues bien.

  2. Boro dice:

    Lo que nos faltaba!
    Más escándalos en los vecindarios tranquilos.
    Esto no hay quien lo regule Srs del Ayuntamiento y Policía Local?

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