• Testigos reconstruyen la trayectoria del coche que ha dejado tres mujeres heridas, dos de ellas de gravedad e ingresadas en el Hospital, en una de las zonas más concurridas de la ciudad
• El bulevar peatonal rodeado de tráfico obedece a un modelo urbanístico muy anticuado

La imagen permite comprender la trayectoria que siguió el coche desde la avenida del Montgó. 📷 Marian Pons.

Uno nunca piensa que puedan suceder cosas como estas. No al menos aquí: en la plaza Jaume I de Dénia, un lugar rodeado de bares, tiendas y colegios que cada día atraviesa un porcentaje altísimo de escolares de la ciudad (afortunadamente aún son vacaciones lectivas). Un sitio de mucho tráfico, porque también es un nexo que comunica el casco urbano y el extrarradio, pero con un bulevar central donde hay dos parques infantiles con una multitud de niñas y niños que van allí a jugar.

Y en todo eso pensaba la gente que durante esta mañana de jueves se encontraba en terrazas hosteleras o paseando por el entorno antes de observar con incredulidad cómo un coche de perfil deportivo ha atropellado a tres personas que caminaban tranquilamente. O quienes se encontraban en su jornada laboral en los centros educativos, los juzgados, la Casa de Cultura y han oído primero gritos y luego sirenas. Y han musitado lo mismo: «Increíble». O un «menos mal que aún no hay colegios ni fue a otra hora».

Esos testimonios han permitido reconstruir lo ocurrido. El automóvil circulaba por el tramo de la avenida del Montgó más próximo al casco urbano de Dénia y al llegar a la plaza en vez de hacer la rotonda y girar hacia la derecha (para entendernos: hacia la notaría) ha seguido recto desviándose ligeramente hacia la izquierda. «Primero ha atropellado a una señora en el paso de cebra y luego a otras dos personas que se encontraban ya en la zona peatonal».

Y eso, las tres mujeres heridas (dos de ellas de gravedad que han sido trasladadas al Hospital de Dénia mientras que otra ha podido dejar el lugar por su propio pie tras ser atendida por el Samu) ya ha sido tremendo. Pero siempre quedará la sensación de que pudo ser mucho peor. «Ha podido ser una masacre» afirmaba una testigo. «Acababa de pasar por ahí, con los niños, no quiero pensar…», lamentaba otro.

La imagen superior permite comprender con claridad la trayectoria que ha seguido el coche que desde la citada avenida se ha colado por uno de los grandes pasillos peatonales del bulevar para acabar impactando en uno de los parques infantiles. De ahí, sobre todo por la tarde, suelen salir corriendo niños que no miran a ningún sitio bajo la tutela de familias que piensan que en este entorno protegido no hay de qué preocuparse. «No quiero pensar…». Y eso por no hablar de que también se podría haber producido un grave accidente de tráfico.

El conductor, un varón de 36 años, fue detenido tras dar positivo en el control antidrogas según informó el Ayuntamiento de Dénia.

Un modelo urbanístico anticuado

Curiosos miran el despliegue de los medios policiales, sanitarios y de bomberos.

Por supuesto siempre puede suceder una desgracia en cualquier sitio. No hay que cargar las tintas con eso. Pero sí es verdad que Jaume I, una plaza concebida hace ya varias décadas, pertenece a un modelo urbanístico trasnochado: bulevares o islas peatonales completamente rodeados de tráfico, cercados por los coches. En Dénia no solo fue esta plaza: el Saladar o la Glorieta (lógicamente antes de su peatonalización) se concibieron con similares premisas.

En la actualidad, ningún urbanística abogaría por ese diseño: parques infantiles, jardines y lugares de encuentro ciudadano se planifican o bien en superficies absolutamente peatonales o que sólo tienen una salida al tráfico, lo que siempre reduce el peligro de un atropello como el de este jueves. Ejemplos claros de esta última filosofía serían la plaza Arxiduc Carles o, hace ya algún tiempo, el parque Chabàs.