La cronología que plasma todo lo que hizo el alcalde de Teulada cuando su pueblo empezó a pasar sed
VEINTE DÍAS SIN AGUA POTABLE EN TEULADA MORAIRA: EDITORIAL
- Raúl Llobell tardó diez días en tomar alguna medida y solo después de que la oposición y Benitatxell le forzaran a ello: hasta tuvo que escuchar cómo el alcalde de esa última población se brindaba a explicarle qué tenía que hacer
- Rechazó ante Mazón los depósitos que luego tuvo que usar, y encima los ubicó al sol. Descartó usar las garrafas solo para utilizarlas más tarde de lo que habría podido. Algunos de sus anuncios parecen fake news. Y el desprestigio turístico del pueblo ha recorrido todo el país
Quienes defienden al alcalde de Teulada Moraira, el popular Raúl Llobell, aseguran que él no tiene la culpa de que no llueva. Tienen razón. El problema es que quizás el edil se lo haya creído demasiado: por esa su primera gran medida cuando este municipio se quedó sin agua potable fue rezar para que la providencia volviera a cubrir el cielo de nubes. Lo reconoció con orgullo. No pinta muy moderno. Ni científico.
Llobell no tiene la culpa de que no llueva, pero sí de no haber previsto con antelación ni una sola medida para aliviar la situación de sus vecinos cuando su municipio se quedó sin abastecimiento apto pese a conocer, de primera mano y desde hace meses, que eso podía suceder; de actuar solo forzado por la presión de la oposición o del otro ayuntamiento en la misma situación, Benitatxell; de haber puesto en riesgo con su inacción el prestigio del mismísimo presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, o de sus consellers; y de seguir navegando sin hoja de ruta ante el problema.
En este sentido, no hay nada mejor como las cronologías y las hemerotecas para hallar datos objetivos que demuestran lo que hizo Llobell por su pueblo cuando empezó a pasar sed. Y lo que no hizo.
CRONOLOGÍA
4 de junio: Salomé Pradas asegura que Teulada no sufrirá restricciones de agua
Las irreflexivas declaraciones que la entonces consellera de Medio Ambiente, Salomé Pradas, realizó al diario Levante, y que la realidad desmintió de forma radical poco después, fueron alentadas por el alcalde: en aquella misma comparecencia, Llobell afirmó de forma «tajante» que el agua que llega a las viviendas estaba «garantizada» durante todo el verano.
O los dos adolecían de un profundo desconocimiento de la situación del abastecimiento o mintieron. No hay otra. El suministro de Teulada arrastraba problemas y necesitaba de obras pendientes desde hace más de un lustro (ya hubo restricciones en 2015). Y era evidente que este verano atravesaría graves problemas ante una de las peores sequías de la historia de la Marina Alta.
13 de junio: Los niveles de sal en los pozos se multiplican y el ayuntamiento piden que no se beba agua
Y eso es lo que comienza a pasar. Teulada Moraira se sitúa a un paso de perder la potabilidad del agua después de que los niveles de sal de algunos de los pozos se dispararan. Lo lógico es que para ese momento Llobell y su gabinete tuvieran ya muy claro el paquete de medidas a asumir cuando llegaran las restricciones. Y que las hubiera prevenido junto al Consorcio de Aguas.
2 de agosto: Teulada, primer municipio de la Marina Alta sin agua potable
Aquel día, la consellera Pradas debió recordar lo feliz que había sido en su viaje a Teulada en junio: el mismo suministro en teoría hecho a prueba de balas se convierte en en el primero de la Marina Alta en quedarse sin agua potable. Llobell no anuncia ninguna medida.
5 de agosto (y días siguientes): La ciudadanía se lanza a por garrafas de agua
Ya durante ese fin de semana y a lo largo de los días siguientes, la ciudadanía se lanza con cierta desesperación a comprar agua embotellada. Los supermercados duplican sus ventas. Las imágenes de carritos cargados de pesadas botellas dan la vuelta a todo el país, con el consiguiente descrédito turístico.
Y el alcalde continúa sin divulgar ninguna medida.
5 de agosto: Compromís fuerza un pleno para que la gente tenga agua gratis
Ante el panorama, Compromís usa sus 7 concejales para forzar un pleno en el que exige «un plan de acción urgente» que garantice el acceso a agua potable a todos los residentes, incluyendo la distribución de agua embotellada y la instalación de puntos de suministro temporal.
7 de agosto: Junto a Mazón, el alcalde rechaza depósitos en las calles
Por fin hay movimiento institucional: Carlos Mazón visita Teulada. Sin embargo, lejos de anunciar alguna acción inmediata, el presidente de la Generalitat solo informa de un proyecto a largo plazo para aumentar el agua depurada. A su lado, el alcalde descarta instalar depósitos en las calles. Y asegura que sigue rezando.
9 de agosto: Siete días después, a reunirse con el consorcio
Casi dos meses después de que se detectaran altos índices de salinidad en los pozos y 7 días después de que se declarara el agua no potable, Teulada celebra un pleno (como se ha visto, no a iniciativa del gobierno local sino de Compromís) para reclamar al Consorcio que apruebe dos medidas: bonificar la factura del servicio y que la concesionaria aporte el agua necesaria para garantizar ese consumo, o comprándola o aportando cubas.
O sea que por primera vez y solo 48 horas después de que ante Mazón el alcalde rechazara depósitos, ahora admite tal posibilidad. Una planificación de libro.
12 de agosto: Benitatxell sí anuncia reparto de agua gratis en garrafas … y se presta a explicárselo a Teulada
Apenas tres días después de que Benitatxell, población perteneciente al mismo consorcio, se quedara también sin agua potable (fue el 9 de agosto) su alcalde, Miguel Ángel García, informa de medidas urgentes y demuestra que el Poble Nou sí tenía una hoja de ruta a aplicar cuando llegaran las restricciones.
García adelanta que en apenas cuatro días –el 16 de agosto– se repartirá de forma gratuita entre la ciudadanía garrafas de agua para más tarde instalar depósitos. Y se brinda a explicar estas medidas a «otros ayuntamientos» en apuros, en clara alusión al de Teulada.
No hay otra frase que explique mejor la inacción de Raúl Llobell, al que de pronto le tenían que explicar qué iban a hacer otras poblaciones que se habían quedado mucho más tarde que la suya sin agua potable. ¿Qué pensaría al escuchar al alcalde del Poble Nou?
12 de agosto: 100.000 euros para repartir agua (Teulada no quiere garrafas)
En esa misma jornada frenética, el Consorcio forzado por Compromís per Teulada y el Ayuntamiento de Benitatxell, aprueba un gasto de 100.000 euros para repartir agua gratuita. Al contrario que Benitatxell, Teulada renuncia a las garrafas porque según el alcalde «contaminan y significan menos agua», y aboga por cubas. Y, también a diferencia de Benitatxell, aún no puede concretar qué día funcionarán.
16 de agosto (Mañana): Benitatxell ya reparte garrafas ala ciudadanía, Teulada solo a unos pocos
Durante esta mañana Benitatxell comienza el reparto de las 3.800 primeras garrafas para toda la ciudadanía como había prometido. Sin embargo, Teulada todavía no tiene las cubas. Sí distribuye garrafas (sí, garrafas) a las personas dependientes pero de nuevo con polémica: son las auxiliares de este servicio de Atención Domiciliaria las que han de llevarlas en sus propios coche particulares.
16 de agosto (Tarde): ¡Al fin, agua! (Con cartel polémico)
Dos semanas justas después de haberse quedado sin abastecimiento apto, Teulada comienza a distribuir un viernes por la tarde agua potable de los depósitos que ha instalado en el campo de fútbol de Teulada y la pista roja del polideportivo de Moraira. Al fin.
Pero ni siquiera ahora la felicidad es completa: el cartel donde el ayuntamiento anuncia la buena nueva reza literalmente «Teulada Moraira activa el servicio de suministro de agua potable» con la ilustración del preciado líquido saliendo… de un grifo. El equívoco de que la potabilidad había regresado a las casas y no a unas simples cubas en las calles resultaba evidente. Rozando la fake new.
17 de agosto: Ahora las garrafas sí que valen para todos y todas
Una contradicción más. Las garrafas individuales que hacía apenas unos días el alcalde había descartado ahora ya valen para toda la ciudadanía: el ayuntamiento anuncia que desde esta semana (precisamente desde ayer miércoles) se repartirán en los mercadillos semanales de los dos núcleos.
19 de agosto: Agua recalentada
El PSOE denuncia que los famosos depósitos instalados para el suministro llegan al municipio en camiones sin cubrir y que los toldos donde se han instalado solo tapan el sol parcialmente. No es muy tranquilizador.
Y un día después, Compromís insiste en que se utilice agua embotellada porque es «más segura» que los bidones. También, que se suspenda la facturación del servicio o se bonifique parte de su coste. Atención a esto último. Va a volver a salir.
21 de agosto: Al fin nos acordamos de comerciantes y hosteleros
Al fin el ayuntamiento se acuerda de hosteleros y comerciantes: anuncia que les tocarán 80 litros semanales a cada negocio de las polémicas cubas. La medida llega tarde y no demasiado bien: los bares se tienen que buscar la vida y comprar sus garrafas antes de acudir a los depósitos.
Con mucha euforia e incluso cierta frivolidad, el gobierno local explica que esta iniciativa «se suma a los esfuerzos continuos para apoyar a los empresarios y proteger a la economía local ante posibles inconvenientes en el abastecimiento». ¿Posibles?
Y para difundir todos estos anuncios persevera en el mismo tipo de cartel, el del grifo del que escapa un agua cristalina. Como si un grifo se asemejara mucho a una garrafa. O a una cuba.
21 de agosto: Un pueblo indignado: hay que seguir pagando por el agua no potable
Mensajes indignados copan las redes sociales: a los hogares llegan las facturas en las que resulta que hay que seguir pagando por el agua no potable al mismo precio de como si lo fuera. Aunque no sirva ni para lavar una lechuga. El ayuntamiento no ha hecho ningún esfuerzo por incorporar al menos bonificaciones en el servicio. La hostelería, que es la que más paga, truena.
Y esa es de momento la última actuación del alcalde por su pueblo.
En benitatxell gobiernan los pijos/progres y el agua no es potable . Se debería ser más imparcial a la hora de juzgar .
Esto es increible, menos mal que existe esta hemeroteca para que el alcalde de Teulada reconozca el ridículo que está haciendo. Menos mal que está la oposición¡ lo de los carteles anunciando a través de una foto de un grifo sacando agua y diciendo que llegó el agua potable a Teulada es para denunciarlos pero ya. Este señor se crée que los vecinos son subnormales? Como dicen por aquí los turistas tirando millones de litros de agua en sus vacacions chachipiruli pero en nada no saldrá agua ni salada, al tiempo.
¿Ya le ha dicho a Mazón que no hay que construir ni una piscina más ni un apartamento más en todas la costa valenciana? Pues eso, a llorar a la iglesia y para héroes los bomberos. Menos mariscadas a costa de lo público y menos PP.
El pueblo pasa sed, no puede ducharse, no puede regar, no puede limpiar, el agua no es potable pero los alquileres turísticos están llenos utilizando toda el agua, los basureros están llenas de toda la basura que generan, acumulada en espera que los Ayuntamientos con servicios minimos pasen a recogerla y limpiar la zona…con agua.