El demoledor informe que plasma con cifras que la Marina Alta no tiene agua para 500 chalets de lujo en Llíber (ni para muchos otros)
- Las alegaciones presentadas por Acció Ecologista-Agró alertan de que el nuevo pozo que la promotora destinará al complejo urbanístico en realidad debería servir para asegurar el abastecimiento actual de las zonas que ya sufren restricciones
- Muestra el déficit hídrico que por la crisis climática amenaza no solo a las aguas subterráneas de la Depresión de Benissa sino a todo el sistema de la comarca
Un informe con datos objetivos de la Confederación Hidrográfica del Júcar y de los ayuntamientos implicados plasma de forma diáfana dos cosas: que se mire por donde se mire ahora mismo toda la zona de Benissa y la Vall de Pop carece de recursos hídricos suficientes para abastecer los 488 nuevos chalets de alta gama que la promotora Vapf va a alzar en Llíber. Y que existe un preocupante descontrol sobre qué volumen de agua se está gastando realmente en la Marina Alta, un territorio en alerta roja por sequía.
El estudio constituye la alegación que Acció Ecologista-Agró ha preparado al expediente de concesión de aguas subterráneas del término de Llíber que se publicó el pasado 24 de julio para impulsar ese nuevo macroPAI. Y exige que no se autoricen extracciones para nuevas urbanizaciones o que en todo caso los nuevos pozos sirvan para otra cosa muy distinta: asegurar el abastecimiento actual. No para acoger nuevos incrementos de población.
Tres duras realidades
Para tal exigencia, Acció Ecologista-Agró se basta en tres conclusiones: la primera, que un aumento de las extracciones en la zona conducirá a la masa de agua subterránea de la Depresión de Benissa, en un escenario de crisis climática como la actual, «al mal estado cuantitativo».
Además, en toda la zona ya se están produciendo restricciones en el abastecimiento de las poblaciones afectadas por el futuro complejo urbanístico –Llíber, Parcent, Xaló y Alcalcalí– que obedecen no sólo a la sequía sino a los problemas históricos de los pozos de Parcent. Y por si fuera poco, existe una deficiente información sobre los bombeos reales en la masa de agua subterránea.
Los informes que demuestran que no hay agua
La alegación arranca desde el principio: analizando el volumen total de los derechos hídricos de los que dispone en la actualidad el Ayuntamiento de Llíber, gobernado por el PP:
Ahí ya empiezan los problemas. Según informa el ingeniero municipal de Aguas de otro ayuntamiento, el de Xaló, esa primera instalación, la del Consorcio para el Abastecimiento y Saneamiento Marina Alta, «no se encuentra en servicio desde hace cerca de diez años, dada la mala calidad del agua suministrada por el pozo y la alta presencia de cloruros». Así que sorprendentemente la única fuente actual de abastecimiento para Llíber es la segunda que aparece en el cuadro, la de la Comunidad de Regantes de la Vall del Pop.
La consecuencia es lógica: tal y como consta en otro informe, en este caso de la Oficina de Planificación Hidrográfica, los volúmenes extraídos y pagados por el Ayuntamiento de Llíber a la CRU Vall del Pop superaron ampliamente en los últimos 5 años el volumen objeto de concesión. Por eso, Agró se pregunta: «¿No debería incoarse expediente sancionador por incumplimiento de las condiciones de la concesión?».
Ahora bien, la promotora del complejo urbanístico de Llíber ha alegado que posee otro pozo con caudales suficientes para abastecer al casi medio millar de futuros chalés. Sin embargo ese acuífero se encuentra a apenas 1.700 metros del que pertenece al Consorcio de la Marina Alta, ese que no podía utilizarse por los cloruros. Así que surge una segunda cuestión: «¿Es potable el agua [del nuevo acuífero] o presentará también problemas de cloruros?».
La preocupación hídrica en toda la comarca
Todo ello lleva a un análisis más general, e igual de alarmante, sobre la verdadera capacidad hídrica de todo este entorno de la Marina Alta. Y sobre cuál es el verdadero estado de la masa de agua subterránea de la depresión de Benissa, con una extensión de 270 km2 y un solo piezómetro (indicador de medida) a unos 7,5 kilómetros del pozo de la promotora de Llíber.
Pues bien, existe una memoria denominada «Sistemas de Explotación y Balances», perteneciente al Ciclo de Planificación Hidrológica 2022-27 de la CHJ, que advierte de que hasta 2039, y si se tiene en cuenta el efecto del cambio climático, la masa de agua subterránea de la Depresión Benissa sufrirá en sus recursos una merma de un 43,3%. Ninguna broma: casi la mitad.
No es una situación aislada. Toda la comarca arrastra ese problema: el mismo documento subraya que «el sistema Marina Alta presenta un importante desequilibrio entre extracciones y bombeo disponible en la situación actual, dado que se estima un déficit en las masas de agua de unos 11 hm3/año».
Es verdad que esta situación podría revertirse «con el programa de medidas de ahorro previsto mediante la reordenación y sustitución de bombeos». Pero atención: la memoria añade que «el balance estimado en las masas de agua se tornaría nuevamente negativo si se quisiera materializar el global de los derechos concedidos con un déficit global de unos 24 hm3/año».
Y no solo eso. Tal situación de déficit «igualmente se producirá con la reducción de recursos disponibles prevista como consecuencia del cambio climático con un déficit estimado nuevamente de unos 11 hm3/año».
Digno de un cuento de Kafka
Por si fuera poco existe una segunda problemática muy seria: la escasísima información que maneja la Confederación Hidrográfica del Júcar. En el caso de la depresión de Benissa, el organismo admite que entre los años hidrológicos de 2016 a 2020 simplemente «no hay información» de esa masa de agua. Pero en el año 2020-21 se afirma que se encuentra «por encima de la media». «¿Por encima de qué media si no había información de la masa?» vuelve a preguntarse Agró.
Después, y casi como si se tratara de un cuento de Kafka, se agrega que en el año hidrológico 2021-2022 «no ha existido en esa masa variación significativa» no se sabe de qué. Sobre todo porque para el ejercicio siguiente, 2022-23, otra vez se arguye que «no hay datos significativos».
Desde el punto de vista comarcal, el problema es idéntico: el seguimiento del Plan Hidrológico establece que el sistema de explotación de la Marina Alta « dispone actualmente de apenas un 15% de control sobre su volumen total de uso». Ese control incluso es menor cuando se trata de los recursos de origen subterráneo, pese a que son los mayoritarios en la demarcación.
Por fin para el ejercicio 2021/22 había ayuntamientos que sí habían facilitado sus volúmenes de suministros urbanos (Calp, Ondara, Gata, Pedreguer, Pego o Xàbia) pero otros de los que no había constancia, entre ellos los de la zona afectada por el complejo urbanístico: Llíber, Parcent, Xaló o Alcalalí.
Buen artículo
Veo genial que se hagan este tipo de informes para ver la sostenibilidad de estos proyectos.
Ahora nos preocupamos mucho por la situación de sequía en la que nos encontramos y no veo a ninguna asociación hacer estudios sobre el aumento de gasto de agua en las plantaciones de aguacates que están colonizando nuestros campos
Alguna pista?
Buscar por el collado de lliber y sus depósitos … quien y como se llenan…