El hormigón alcanza los últimos rincones vírgenes de Les Rotes de Dénia
- Un impactante chalet se alza a escasos metros de la emblemática cala del Fresquito y se erige en símbolo de esta nueva edad de oro de la construcción de lujo
FOTOS DE TINO CALVO
Quizás no hay otro símbolo más elocuente del nuevo urbanismo. Ese que ha convertido a Dénia en la segunda población con más viviendas construidas en las comarcas alicantinas solo por detrás de la ciudad de Alicante. Y si hay un suelo codiciado en Dénia es el de Les Rotes. El más caro, el más exclusivo. El que ofrece mejores vistas. Y donde ya solo queda hueco para viviendas unifamiliares de lujo que van copando las escasas franjas de suelo urbanizable disponibles. Construcciones por supuesto legales. Pero con un impacto también innegable en el paisaje.
En especial esta, que se halla en lo mejor de Les Rotes, el final: cuando acaba la carretera que progresa desde Dénia y de pronto surge en todo su esplendor la silueta del cabo de Sant Antoni. Allí apenas quedan parcelas. Ahora hay una menos. Desde hace un tiempo avanzan a toda mecha las obras de este chalet que encarado en la parte baja de esta estribación del Montgó domina como una atalaya de hormigón nuevo lo que siempre se ha conocido como la cala del Fresquito, oficialmente playa de Les Arenetes. En primerísima línea de mar. Unos cuantos metros por debajo de otra atalaya en este caso histórica (del siglo XVI), la Torre del Gerro.
Grúas y camiones se abren paso estos días por la estrecha cuesta que serpentea hasta esta casa que aún es un esqueleto de cemento y que va a disfrutar de una de las mejores vistas de toda la Comunitat Valenciana. Como las obras no se han detenido con la temporada alta, componen una peculiar estampa tan cerca de los bañistas que disfrutan de la cala o de las personas que acuden a disfrutar del kayak y de otras prácticas acuáticas. Dénia en verano. Y eso también es sinónimo de construcción.
Por supuesto no es la única vivienda en la falda de esta colina. Ya ha varias más desde hace años. Pero esta se halla muy próxima a la cala. Pero mucho. Por eso impresiona. También porque no deja de suponer una nueva alteración en un paisaje emblemático, en una tupida pinada, por cierto con alto riesgo de incendios.
Y es que el ecosistema de este paraje es frágil. Lleva tiempo amenazado por una excesiva presión humana. Tanto que como es sabido desde hace unos años en estos meses estivales se instala una barrera para impedir durante todo el día que los coches lleguen hasta este lugar. Deben aparcar antes, frente al Hotel Les Rotes y sus ocupantes venir andando o en un trenet público. Pero los planeamientos urbanísticos que en el pasado se diseñaron en Dénia y que ha permitido que se alce esta vivienda de lujo no entendían de estas cosas.
No es un caso aislado
Es más, el empuje urbanístico que vive esta zona es visible. Ya no es solo este chalet. Allá por 2020 también arrancó la edificación de otra villa de lujo bien cerca de aquí, en la última parcela del paseo de Les Rotes, frente al restaurante Mena. Ese complejo en realidad integrado por varias construcciones ya está finalizado, como puede apreciarse en la imagen. Su parte posterior se sitúa precisamente a muy pocos metros de la citada barrera.
La típica construcción en el mismo sitio irregular. Nada cambia…llámalo lujo si quieres.