LA MARINA PLAZA
9 octubre A Punt
SUSCRÍBETE
Iniciar sesión
Periodismo, pase lo que pase
Publicado: martes, 27 febrero, 2024

Ximo Puig regresa a Xàbia, saluda a viejos amigos y explica por qué el Botànic perdió la guerra

CRÓNICA

  • El expresident presume de su amistad con Pepe Cholbi y no acierta a explicar porqué tras su gestión la construcción ligada al turismo sigue siendo el monocultivo de la Marina Alta
  • Dos momentos gloriosos: cuando afirmó que «mucha gente me dijo que me votaría a mí pero no a Pedro Sánchez y luego fue al revés». Y cuando alertó del riesgo de murcianización de las comarcas alicantinas
Ximo Puig regresa a Xàbia, saluda a viejos amigos y explica por qué el Botànic perdió la guerra

Sobre el estrado, José Chulvi, Ximo Puig y Kiko Arabí en la tarde del lunes.

Fueron más intensos los gestos que las palabras. Ximo Puig, expresidente de la Generalitat Valenciana, exsecretario general del PSPV, exlíder del Botànic y actual embajador de España ante la OCDE, bajó del coche que le dejó ante la Biblioteca de Duanes en Xàbia, adonde acudió para presentar su libro Una idea d'esperança, y se fundió en tres grandes y sonoros abrazos: con su anfitrión, el exalcalde y diputado José Chulvi; con el alcalde de Dénia, Vicent Grimalt; y con el de Pego, Enrique Moll. «Somos los tres grandes de la Marina», bromeó este último. También hubo retumbantes ausencias de la familia socialista comarcal. Puig al fin y al cabo ya no es el capitán. Y Diana Morant no vino.

Aún hubo otro gran gesto. Puig se adentró después en el salón de actos, que estaba lleno y con todos los socialistas de Xàbia presentes. El exlíder los saludó pero también festejó con alborozo  la presencia de un histórico del PP tan conocido de estas tierras como es José Cholbi. «Siempre me entendí bien con Pepe». El expresidente enarboló esta amistad para subrayar la importancia de la convivencia frente a los tambores de degüello al enemigo de la política actual.

Luego vinieron las palabras. Fueron menos llamativas. Puig hablará mucho mejor de aquí a dos o tres años. Cuando ya se sienta más libre para contar verdades incómodas y sea más embajador y menos expresident; cuando su sombra no se proyecte tanto sobre el partido como aún pasa ahora, en que calla más de lo que habla.

Y eso que quien le hizo hablar fue Kiko Arabí, periodista de la mejor escuela, sin miedo a efectuar preguntas incómodas. La primera fue ya rotunda: ¿Por qué perdió el Botànic?

¿Por qué perdimos, compañeros?

Para Puig la principal razón es que «el ecosistema, político, mediático y social de la Comunitat Valenciana sigue contaminado por la política nacional». O sea que lo de que te vote Txapote, que no tenía ningún sentido desde Vinaròs a Orihuela, pesó más que las buenas encuestas sobre la gestión del Botànic. Ahí tuvo uno de los momentos más gloriosos de la noche: «Mucha gente me decía que me iba a votar a mí pero no a Pedro Sánchez, y al final le votaron a él y no a mí». Risas en el auditorio.

¿Un político sólo debe pensar en ganar?

Puig de cualquier manera matizó que «a veces se ha de gobernar sin pensar en ganar» al recordar que aquellas medidas contra el covid en la Comunitat fueron «muy conservadoras para salvar vidas», a diferencia de otros territorios donde hubo más libertad y más mortandad pero sus rectores siguen invictos en las urnas. Todo el mundo pensó en Ayuso.

Quizás por eso luego Puig reculó y admitió que, pese a lo anterior, un político es como un entrenador de fútbol, que si no vence en las urnas lo tiran. El mismo entonces hizo una pausa y sonrió, y la sala hasta rió, porque parece  evidente que eso es lo que le ha pasado al expresident: el PSPV se ha tenido que buscar entrenador nuevo.

Ximo Puig regresa a Xàbia, saluda a viejos amigos y explica por qué el Botànic perdió la guerra

Concejales del PSPV de Xàbia en primera fila y en segunda Vicent Grimalt, Enrique Moll y Pepe Cholbi.

«No queremos ser un paréntesis entre dos inviernos»

Aún así, Puig justificó su marcha aduciendo que no hay que repetir los mismos errores del 95. Entonces, despojado Joan Lerma del poder, el PSPV emprendió una devastadora guerra civil que le sirvió en bandeja al PP una hegemonía de veinte años con Zaplana y Camps. Ahora en cambio los socialistas (al menos Puig y al menos en público) creen que el liderazgo sin discusión (y sin votación) de Morant servirá para que Carlos Mazón dure poco. «No queremos ser un paréntesis entre dos inviernos, Diana Morant encarna la esperanza», añadió en su momento más poético.

Aún así, el exdirigente de los socialistas valencianos se mostró bastante respetuoso con los populares valencianos. Dijo reconocer la «legitimidad» del ejecutivo de Mazón «a diferencia de lo que Feijoo hace en Madrid»

Vox y los periódicos que ahora quieren a Vox

En cambio, Puig sí se mostró muy preocupado por el acceso de la extrema derecha a la Generalitat. «Haberle dado la conselleria de Cultura a Vox es un insulto a la inteligencia y haberle entregado la de Seguridad una mala idea».

Recordó que Vox no cree en el sistema autonómico ni en el autogobierno, que a su juicio es trascendente porque ha elevado la calidad de vida de la ciudadanía valenciana. «El autogobierno es una senyera social».

Y se quejó de los medios de comunicación porque cada vez son más de derechas: aludió a uno de los periódicos más importantes de la Comunitat, que antes abogaba por trazar una línea roja frente a la ultraderecha y ahora ya ha legitimado a Vox en el poder.

También ahí insistió Chulvi, quien censuró «el desprecio del actual ejecutivo al valenciano o a figuras como Vicent Andrés Estellés, así como la censura de los libros LGTBI en las bibliotecas públicas».

Con todo ello, Puig alertó de la pérdida de la identidad valenciana en la Comunitat Valenciana. Advirtió incluso –otro titular– de la murcianización que podrían sufrir sobre todo las comarcas alicantinas situadas más al sur.

Ximo Puig regresa a Xàbia, saluda a viejos amigos y explica por qué el Botànic perdió la guerra

Puig le firma un ejemplar de su libro a Cholbi.

Camaradas, no devoraros entre vosotros

Puig le lanzó algún dardo a sus antiguos socios del Botànic. Recordó que otra causa de la derrota del año pasado fue que el PSPV mejoró en cinco puntos su resultado pero el resto de la izquierda naufragó y ahí se esfumaron las esperanzas. Por eso, reprochó a Compromís y Podem que hubieran estado más pendientes de practicar el canibalismo interno que de explicar los logros de sus consellerias.

¿Y la construcción?

Otra pregunta de Arabí: ¿Cómo es posible que tantos años después, incluidos 8 de Botànic, comarcas como la Marina Alta sigan viviendo del monocultivo de la construcción vinculado al turismo, lo que ha situado a esta comarca a la cola de la renta en España? ¿Cómo es posible el retorno de PAIs como el de Llíber?

Puig no supo muy bien qué contestar. Por un lado dijo que nunca iba a demonizar el turismo. Por otro alabó los planeamientos urbanísticos de los alcaldes presentes en la sala como el de Dénia o Pego. Sobre este último dijo, «solo hay que recordar los proyectos que había en el Marjal antes». Ahí patinó un poco. Esos proyectos en Pego con miles de viviendas como mínimo siguen vivos.

Chulvi acudió al rescate. Dijo que bajo el Botánic en todo el territorio valenciano se habían desclasificado 21 millones de metros cuadrados de los que 10 están en Xàbia. En cambio, hizo autocrítica de la cuestión del acceso a la vivienda, donde admitió que la izquierda había sido demasiado lenta, aunque había enseñado el camino.

Los socialistas y la tasa turística

También se habló de la tasa turística, que el gabinete de Mazón ha enviado al baúl de los recuerdos. Puig dijo que el Botànic había preparado una «ley más que razonable» en la que cada ayuntamiento podría aplicar la tasa de forma voluntaria. Obvió que muchos ayuntamientos socialistas nunca la hubieron aplicado. Fueron los momentos más flojos de la velada.

¿Qué pintamos los valencianos?

Otra vez con los gestos más que la palabras, el exlíder socialista estuvo mejor: Puig se rió cuando Arabí, en alusión a la infrafinanciación, le preguntó «si no es verdad que los valencianos no pintamos fava en España», aunque luego matizó que el asunto ha mejorado algo; también relajó el rostro cuando el periodista le cuestionó si es verdad que muchos dirigentes del PSOE no se creen que España sea un estado diverso y plural.

Ximo Puig regresa a Xàbia, saluda a viejos amigos y explica por qué el Botànic perdió la guerra

¿Y si hubieran seguido los amiguitos del alma?

Aún así, defendió la gestión de la izquierda al frente de la Comunitat recordando que en 2015 este era un territorio «estigmatizado» por la corrupción y que la buena reputación recuperada ha sido clave: gracias a eso el Sabadell o la Volkswagen han venido a estas tierras, añadió. Es posible que eso hubiera sido más difícil si se hubieran alargado los trajes y los amiguitos del alma, pensó.

Mostrando 4 Comentarios
Danos tu opinión
  1. Armando GS dice:

    Tanto hablar de unidad y la ministra de ciencia y nueva jefaza por dedazo del partido no «apoyando» el momento. Da que pensar el no hacer jamás autocrítica, sino golpes en el pecho después de no haber hecho nada ni por la Comunitat ni mucho menos por la comarca.Y ahora Puig se va a París a seguir sin hacer nada y cobrar más. Puertas giratorias para un retiro dorado

  2. asistente dice:

    Teatro, puro teatro.Todo muy bonito, estilo Chulvi. Basta ya!

  3. Timo Puch dice:

    Moltes gracies, botanic, per la seua meravellosa politica:
    dejar de robar a manos llenas como hacia la mafia anterior. Pero… eso es politica ?

    Una mierda, habéis hecho en 8 años. Sois responsables directos de la miseria y el colapso al que vamos de cabeza

  4. Juan Antonio dice:

    Chulvi adalid de la defensa de la libertad de expresión poniendo querellas a periódicos por artículos de opinión.

Deja tu comentario

Contenido patrocinado

Hoy en portada

La Marina Plaza, periodismo pase lo que pase... siempre

Llevamos juntos 11 años. Y juntos hemos vivido ya de todo: inundaciones, incendios, crisis, momentos duros y otros muy buenos, gestas sociales y oleadas de solidaridad de las que nos hemos sentido orgullosos.. Por eso, tampoco ahora vamos a rendirnos. Queremos seguir contigo, haciendo lo que sabemos hacer: periodismo. ¿Nos ayudas?

SUSCRÍBETE