El esplendor de la torre de Arguimbau, un tesoro de la arquitectura victoriana en la Dénia de 1870
- La construcción, diseñada por arquitectos ingleses, perteneció primero a la familia Riera, que instaló en la parcela un jardín botánico con especies que sus barcos traían de Europa y África, y le dio el nombre a la playa de la Marineta Cassiana
Es uno de los tesoros de la arquitectura victoriana de Dénia, de una época pasada y en algunos aspectos dorada: la Casa Riera o Torre Arguimbau, ubicada junto a la playa de la Marina Cassiana, una propiedad histórica que data de 1870. Y que allí sigue en pie.
Convertida desde hace casi 150 años en un hito arquitectónico al principio de Les Rotes, la construcción simboliza la poderosa burguesía de la ciudad del siglo XIX enriquecida con el negocio de la pansa y el comercio transoceánico. A preguntas de este diario, el arqueólogo Josep Antoni Gisbert, señaló que probablemente fue construida entre 1870 y 1888 y diseñada por arquitectos ingleses.
Perteneció en origen a la familia Riera Suárez, de ahí que su primer nombre fuera Casa Riera. Según Gisbert, «constituye una espléndida muestra de la arquitectura victoriana ya no sólo por la torre en sí, sino por el extenso jardín que abarcaba prácticamente toda la Marineta Cassiana». No en balde, el propio topónimo de la playa deriva del término las Cassianas, como eran conocidas las hermanas de la familia.
Gisbert subraya que trataba de un auténtico jardín botánico con especies procedentes de muchas partes del mundo y que habían viajado hasta Dénia a bordo de las embarcaciones de la familia, con singladuras por toda Europa (Inglaterra, Marsella...) y el Norte de África. Los Riera fueron exportadores, además de comerciantes, propietarios, industriales y administradores de renta, según añade por su parte el profesor Javier Calvo en Mas dianenses del siglo XIX y XX, obra publicada recientemente.
La construcción derivó hacia su nombre más actual porque a principios del siglo XX fue vendida al comerciante Juan de Arguimbau, fabricante de mermelada y vinculado también al mundo del juguete. Lo dicho: pura burguesía de Dénia.
La torre ha destacado siempre en el paisaje de este litoral con tan notable fuerza que mereció en 1906 una de de las postales de la famosa serie de Antonio Fabert realizadas en València y que es la que ilustra el principio de este artículo. Gisbert detalla que era una postal muy apreciada por los británicos vinculados con Dénia. En ella se puede apreciar la construcción con su cubierta victoriana original
Otra postal con la imagen del edificio, en este caso de Marsal, fue enviada por un marinero inglés a Manchester, a bordo de uno de los vapores del negocio de la pansa.
Esta torre, que siempre ha permanecido en manos privadas, constituye junto a la Rota de Zarzo y el Cementerio de los Ingleses las tres muestras de arquitectura británica de corte victoriano que jalonan la fachada marítima de Dénia.
La saga Riera: Lucha por el poder y un asesinato en la Guerra Civil
En Más dianenses del siglo XIX, Javier Calvo detalla la atribulada existencia de la saga Riera. Pedro Riera Suárez, nacido en 1839, fue consignatario de buques y armador de pesqueros. En 1881, aprovechando la crisis originada por la filoxera fue uno de los pioneros en la exportación de uva fresca a Gran Bretaña.
Concejal, propietario de una fábrica de harina que importaba granos desde Crimea y estaba movida por una fuerza eléctrica, toda una modernidad para la época, Pedro Riera se arrojó al Támesis durante uno de sus viajes a Londres. Tras el incidente perdió la razón.
Su hermano Francisco Riera Suárez, nacido en 1847, poseía varias embarcaciones dedicadas al comercio y tráfico portuario. A consecuencia de la enfermedad mental de Pedro quedó al cargo de los negocios familiares amasando una gran fortuna, lo que sin embargo provocó pleitos en la familia que acabarían menguando su patrimonio.
El hijo del primero de los hermanos, Pedro Riera Mulet, comerciante e industrial, nacido en 1880, siguió con el negocio de la harina de su padre y se dedicó a la industria juguetera especializándose en reproducciones de madera para las casas de muñecas. Sustituyó a su tío Francisco Riera al frente de los negocios familiares tras los citados pleitos. Lo hizo al parecer "sin demasiada preparación", lo que acarreó el ocaso de la casa comercial familiar.
Su fin fue trágico: murió asesinado el 2 de noviembre de 1936 junto a su hijo Pedro ya en plena Guerra Civil. Sus cadáveres fueron lanzados junto a otras 16 personas a una sima de Les Planes de Xàbia, en lo que pasaría a la historia como la nit de l'avenc.
Arguimbau: Un empresario procedente de Norteamérica que creía en la ciencia
Juan de Arguimbau (1844-1920), el segundo propietario de la casa, fue un comerciante y consignatario venido de Broocklin e iniciador de la citricultura en la ciudad, pues en 1907 instala un motor eléctrico en la partida Campusos para extraer agua a 14 metros de profundidad y regar 100 hanegadas de tierra plantadas con las primeras naranjas y limones con fines exportadores, explica Calvo.
En su almacén de la ciudad instaló además una máquina inventada por el dianense José Llobell que limpiaba y clasificaba las pasas «pero que al nacer en un momento de crisis del sector y debido a su excesivo precio apenas tuvo éxito poniéndose a la venta por mil pesetas en 1904».
La postal que aparece arriba es de Marsal y no de Fabert, como se indica en el pie de la foto.
Gracias, muy interesante.