La letra pequeña del paso de Mazón por Dénia: el FP Gent de Mar ya no irá en el puerto y el DNA va a cambiar
- El presidente de la Generalitat se las arregla para concederle un gran premio a la portavoz del PP Pepa Font a la vez que tranquiliza al gobierno local de PSPV y Compromís porque mantiene todos los grandes proyectos... aunque a su manera
- Mazón fue capaz de meterse hasta tres veces con el Botànic con suma elegancia. La procesión del ejecutivo municipal iba por dentro
CONTRACRÓNICA. Arturo Ruiz. Fotos de Tino Calvo.
El alcalde de Dénia, el socialista Vicent Grimalt, se felicitó del ambiente «cordial» de la reunión mantenida este jueves con el presidente de la Generalitat, el popular Carlos Mazón. No podía ser de otra manera, claro. Para eso era institucional. Pero lo cierto es que el gobierno local de PSPV y Compromís puede respirar en parte tranquilo: ninguno de los grandes proyectos que dependen de la Generalitat corre peligro. Aunque hubo cosas que Mazón va a hacer a su manera.
De hecho, los componentes del ejecutivo local tuvieron que poner una forzada sonrisa de circunstancias en varias ocasiones. Sobre todo cuando Mazón anunció que Pepa Font será la nueva comisionada del Puerto de Dénia: algo así como la representante de la Generalitat en la dársena. Y añadió, ante la mirada del alcalde, que será un puesto de altos vuelos ya que le concede una importancia «estratégica». Hasta incluso anunció inversiones para mejorar el acceso norte del puerto y evitar el eterno atasco de los vehículos que desembarcan de los ferrys en Miguel Hernández.
Con ello Mazón demostraba no solo que premia a Font por su gran resultado de las últimas elecciones, sino que la coloca en un relevante puesto de salida para la carrera electoral de dentro de cuatro años, cuando la portavoz popular aspire de nuevo a ser alcaldesa.
Parece pues evidente que en el puerto de Dénia se van a hacer muchas cosas. Y, también, que otras ya no van a hacerse, como el nuevo instituto de FP oficiosamente bautizado como Gent de Mar, previsto en principio en la escollera norte. A Font nunca le gustó esa idea. A Mazón, tampoco. «Estamos barajando varias opciones para su ubicación», dijo el presidente de la Generalitat. Hasta ahora no hacía falta barajar ninguna porque era puerto o puerto. Ya no.
Por si fuera poco después del acto en el ayuntamiento toda la comitiva se desplazó precisamente a la escollera norte para asistir a la inauguración de la ampliación del Varadero Port. Así que Font pudo estrenar su cargo apenas unos minutos después de su briosa designación.
Al gobierno de Dénia le queda el consuelo de que al menos ese centro de FP sí se hará aunque no se sepa dónde. Mazón también garantizó el resto de los proyectos que dependen del Plan Edificant, incluyendo el colegio Raquel Payà, que necesita de más dinero de la Generalitat porque los precios han subido. Mazón dijo que se los dará. Grimalt matizó que si tiene que elegir uno de los proyectos para Dénia que dependen de València elegiría este. Normal. Aquí no hay disgustos.
Mazón utilizó lo del Raquel Payà para meterse (de forma elegante pero entusiasta) con la herencia del Botànic. «No entiendo por qué las inversiones educativas tardan tanto en llegar a esta ciudad». Lo hizo dos veces más. Al asegurar que la reversión del Hospital de Dénia ahora en marcha «no será la chapuza de Alzira o Torrevieja». Y, claro, con lo del convento de Jesús Pobre.
Sobre este último, prometió que la Generalitat va a volver a intentar comprarlo pero dijo no comprender porqué no lo había hecho el Botànic. También declaró que una vez que sea público ya se verá qué uso se le da. En principio eso estaba claro: la junta vecinal de Jesús Pobre quería habilitar allí un centro cultural con talleres para todos los colegios de la comarca y cursos de agricultura ecológica, tal y como publicó este diario. Pero también aquí Mazón tiene ideas propias.
Y no son las únicas. El líder de la Generalitat garantizó su apoyo a otra de las joyitas de la corona de Dénia de los últimos años, el DNA. Pero eso sí, advirtió de que se estudia un cambio de fechas del evento gastronómico «para que luzca más».
Es posible que a Mazón le diera incluso tiempo a pensar que eso de la venganza es un plato frío. Cuando aún era presidente de la Dipu se hizo famoso su enfrentamiento público en Dénia con Grimalt después de anunciar que estaba realizando estudios para un tranvía con Gandia, algo que no es competencia de la Diputación. Con «toda la cortesía y el cariño del mundo», el alcalde le dijo entonces que «se dejara de tranvías imposibles». Este jueves Mazón ha anunciado que esos estudios servirán de mucho: para acelerar el tranvía y para que «ojalá» pueda estar funcionando en esta legislatura, «aunque con los ingenieros nunca se sabe».
En lo que sí coinciden Mazón y Grimalt es en que el tranvía no debe ser impedimento para que el Gobierno de Madrid haga un verdadero tren de cercanías. Es bonito estar de acuerdo en algo, aunque sea en una verdadera utopía porque Madrid lleva años riéndose de eso. Y los que faltan.
A Pepa Font solo le falta que echen a Dacosta y la metan a ella de Cocinera mayor. Tiene pinta.Esta se come el DNA sola.