Kiko Veneno: "Tener más éxito también puede ser la destrucción"
ENTREVISTA.
Este sábado Música al Castell cumple uno de sus anhelos, contar en su escenario con Kiko Veneno. Y el público ha refrendado con entusiasmo la apuesta del festival, desde hace semanas están vendidas todas las entradas para ver a uno de los grandes de la música popular del país que ha seducido a varias generaciones con temas que ya son clásicos y que nos pertenecen a todos. Kiko Veneno ha logrado una intensa conexión con un público amplio y variado sin huir del riesgo, su carrera ha sido no conformarse, romper barreras y fusionar géneros: flamenco, pop, rock, rumba, psicodelia, sones tropicales, ritmos africanos o, como en sus últimos dos discos, la electrónica y ruidos encontrados.
La Marina Plaza ha hablado esta semana con el cantante, que nos anticipa cuál es la propuesta que presentará en Música al Castell, al tiempo que nos desvela su vinculación con Dénia y algunas claves de su manera de entender la música.
-Tengo un contacto bonito y guapo con el público. Esa es mi publicidad, no me hace falta otra.
-Dénia es un sitio muy privilegiado, muy bonito, por tanto, claro, también muy castigado
-¿Kiko, en qué formato actuarás en Dénia?
-Voy a actuar con mi formato y grupo habitual, La Banda del Retumbe, que está formada por Jimmy González a la batería, Juan Ramón Caramés, Anabel Pérez a los teclados y los coros, Félix Roquero a la guitarra, violín y coros y Jose Torres a la guitarra.
-¿Qué repertorio ofrecerás? ¿Te centrarás en tu último disco, Hambre, o repasarás también anteriores trabajos?
-Un poco de todo. Tocaremos dos o tres canciones del disco nuevo, Hambre, también del anterior, Sombrero Roto, y de Sensación Térmica. Pero además haremos temas del disco de Veneno del año 1977 y, por supuesto, también de Échate un cantecito y de Está muy bien eso del cariño. Habrá también versiones actualizadas y canciones poco conocidas, siempre buscando sorprender y trabajar el repertorio con un pelín de libertad, modificándolo según las circunstancias y según evolucionan los tiempos.
No soy partidario de hacer siempre la misma versión, me dicen que me parezco a Bob Dylan en eso, no está mal parecerme a Dylan aunque sea solo en eso. En realidad no soy tan extremo como Dylan que hace irreconocible sus canciones.
-Desde hace semanas están vendidas todas las entradas para el concierto de Dénia
-Me han dicho que actuaré en un sitio muy bonito al aire libre, en el Castillo. Sitios así son muy golosos para el público, es una garantía encontrarte en un lugar muy romántico, especial y único. Me suelen llamar para sitios bonitos (risas), lo cual me agrada, me hace feliz actuar en lugares donde la gente se siente un poco privilegiada.
Como Dénia, que la conozco, he estado allí. Mi imagen de Dénia es a través de Manuel Vicent, uno de mis grandes ídolos que tiene casa allí y en sus libros y artículos habla muchísimo de Dénia, por tanto para mí es un sitio mágico también. Y cuando estuve allí hace unos años comprendí que es un sitio muy privilegiado, muy bonito, por tanto, claro, también muy castigado, porque los sitios más bonitos son donde más se nota los destrozos que hacemos, es algo de la condición humana. En origen sería un lugar precioso.
-No paras de actuar, este verano tienes una larga gira con varios conciertos cada semana, y todo ello sin tener el apoyo de las grandes compañía.
-En realidad, no tengo el apoyo ni de las grandes, ni de las medianas ni de las pequeñas compañías. Bueno, esto lo consigue mi manager sin duda porque ya son muchos años de hacer canciones y conciertos, de recorrer España, de tener un contacto bonito y guapo con el público. Esa es mi publicidad, no me hace falta otra.
-Desde el año 2.000 decides emprender este camino de la autoproducción...
-No es exactamente así, yo no decido, me obligan, las compañías multinacionales me echan porque no les interesaba el negocio nuestro, preferían otros, y estas compañías no tienen miramiento ninguno para echarte. Muchos músicos nos hemos visto relegados a estar fuera de este escaparate tan potente que es la industria musical. Estas compañías tienen un abanico de posibilidades que son muy interesantes para un artista, pero es muy estrecho el abanico de artistas con el que cuentan.
-Haber tomado este camino supongo que te habrá creado inconvenientes, pero también ventajas.
-Bueno, no sé muy bien qué inconvenientes me ha traído, sé que he hecho los discos que he querido con los apoyos que he encontrado y estoy muy contento de lo que he hecho.
Teniendo en cuenta cómo está el mundo quizás el inconveniente es que hubiese podido tener más éxito, pero eso es muy relativo, tener más éxito también puede ser la destrucción, como decía antes de la belleza de Dénia. Así que no, yo en realidad estoy contento como estoy y con mi público
-"Música al Castell" es un festival de música popular en el que actúan músicos de varios continentes. Tú, con veinte años, decidiste recorrer Europa y EEUU para ver mundo y conocer música. ¿Dónde viajarías hoy en día?
-No sé, el mundo ha cambiado radicalmente. Cuando yo era joven teníamos un mundo por delante y ahora la gente joven lo que ve por delante es una carrera de obstáculos y calamidades, además irresolubles. Por otro lado, uno no sabe bien qué responder a estas preguntas ficcionadas. Lo que es verdad es que eso que hice yo de viajar en autostop por EEUU para conocer música y ver a Bob Dylan, hoy no se puede hacer, no existe ese background, ese ambiente, hoy la gente lo vería por internet.
-¿Qué te inspiras para crear tus canciones?
-A mí me inspira todo, no sé nunca lo que voy a hacer, me identificó con lo que Miquel Barceló dice, que empieza a hacer cosas, se equivoca y a partir de esos errores hace. Comienzo a ciegas, tengo fe en el alma humana, en su capacidad para soñar, fantasear, hacer armonías, melodías… Me pongo sin miramientos y lo único que vale es lo que sale, yo no sé lo que va a salir, pero soy muy auténtico y muy fiel en esa búsqueda, que se basa simplemente en la confianza, no en el miedo, porque sé que me va a salir una cosa buena porque como te he dicho tengo fe.