Una empresa de Calp hará con las tarjetas de crédito caducadas mobiliario urbano
- La iniciativa en la que participan Gravity Wave, que también reutiliza redes de pesca usadas, y una firma alemana permitiría crear con 400.000 de estas tarjetas caducadas unos 130 bancos públicos
El mundo del reciclaje va abriendo fronteras empresariales hasta hace muy poco desconocidas. Gravity Wave, una empresa con la sede social en Calp y fundada por los navarros Amaia y Julen Rodríguez, convertirá las tarjetas de crédito caducadas o dañadas en mobiliario urbano. La mercantil radicada en la Marina Alta se ha embarcado en esta iniciativa junto a una multinacional alemana de seguridad tecnológica, Giesecke+Devrient (G+D), que a su vez ha llegado a un acuerdo con el banco Santander.
La aventura funcionará de la siguiente manera: la firma germana se hará responsable de la seguridad de las tarjetas bancarias sin uso que a su vez se convertirá en una de las materias primas que utilizará la empresa calpina para la fabricación de ese mobiliario urbano. Esta última ya colabora con diversas mercantiles y entidades para recuperar el plástico de los fondos y reutilizar las redes de pesca dañadas.
Y esos dos materiales, las redes de pesca y las tarjetas de crédito que han pasado a mejor vida serán los que empleará Gravity Wave para fabricar fundamentalmente bancos y papeleras. Los números son importantes: a modo de ejemplo y en un comunicado, G+D aseguró que con la captación de 400.000 tarjetas recicladas, equivalentes a dos toneladas de PVC, se podrían crear 130 bancos públicos.
Destino: Ayuntamiento de València
En ese mismo comunicado la firma alemana precisó que el diseño y el color del mobiliario «se puede adaptar a la estética deseada, resultando atractivo tanto para espacios interiores como exteriores». En este sentido el Banco Santander ya tiene destinatarios: pretende donar el mobiliario fabricado a diferentes instituciones públicas, como el Ayuntamiento de València.
A través de los cajeros
En toda esta iniciativa la difusión pública es importante: el proceso vendrá acompañado de una campaña de concienciación dirigida a los clientes del Santander, que podrán entregar las tarjetas caducadas o dañadas a través de cajeros automáticos, que a su vez «han sido adaptados para permitir este nuevo servicio de recogida». Unida a la documentación que acompaña las nuevas tarjetas, «se facilitará al usuario indicaciones para retornar la tarjeta caducada».
G+D se muestra convencida de que los consumidores buscan estilos de vida más ecológica y plasman su compromiso en «evitar que las tarjetas acaben contaminando la naturaleza y los mares y océanos».
Trabajando con 4.000 pescadores
Por su parte, la empresa de Calp ya lleva acumulando prestigio en su objetivo del reciclaje: esta startup cuenta con una red de más de 4.000 pescadores por todo el Mediterráneo, quienes cada día que salen a faenar recogen plástico del fondo del mar. Gravity Wave posteriormente recicla en la Comunidad Valenciana el plástico marino y colabora con empresas para financiar esa recolecta y darle salida en forma de productos.
En el último año han obtenido ya más de 80 000 kilos de redes de pesca y plásticos del mar, lo equivalente a casi diez millones de botellas de plástico de medio litro.