La Guardia Civil recupera un mono de una especie protegida que deambulaba por una urbanización en Calp
- El animal habría sido abandonado en Maryvilla por el temor de su dueño a algún tipo de contagio o transmisión de enfermedad
- En Altea se investiga a una vecina que presuntamente había dejado a su perro encerrado en el interior del domicilio, sin comida ni bebida, y que acabó falleciendo
- Una pareja de Relleu tenía una finca animales hacinados sin el chip reglamentario y otros muertos y en estado de descomposición
La Guardia Civil ha investigado en las comarcas de la Marina varios casos de maltrato animal. Así, ha recuperado un mono de la especie Tamarino Labiado que estaba deambulando el pasado 7 de abril por una calle de la urbanización Maryvilla en Calp y que fue encontrado por un vecino de la zona. Al parecer, el animal habría sido abandonado estos últimos días posiblemente por el temor de su dueño a algún tipo de contagio o transmisión de enfermedad.
Hay que destacar que esta especie está protegida por el Convenio Cites, en su Anexo 1, por lo que su tenencia por particulares está prohibida. El animal, que se encuentra en perfecto estado de salud, al carecer de chip ni de identificación, ha quedado depositado en el centro de recuperación de primates Primadomus de Villena, a disposición de la Agencia de Aduanas y del Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación de las Exportaciones (S.O.I.V.R.E.), ambos de la provincia de Alicante.
Fallece en Altea un perro tras ser abandonado sin comida ni bebida
Los agentes también han investigado a una vecina de Altea por un supuesto delito de maltrato animal, tras haber abandonado presuntamente a un perro en el interior de un domicilio de dicha localidad.
La intervención tuvo lugar el pasado 29 de marzo, cuando se recibió aviso de unos vecinos informando de que salía un fuerte olor a putrefacción de una de las viviendas del bloque.
Los agentes se desplazaron al lugar para comprobar el origen de dicho mal olor. A través del balcón de la vivienda colindante accedieron al piso y vieron desde la cristalera a un perro negro, de tamaño medio, tumbado en el salón, con la puerta de la habitación cerrada y la corredera del balcón también cerrada.
El animal se encontraba ya fallecido y rodeado de heces, orines y basura.
Por todo ello, los agentes pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Altea, le han imputado a la propietaria del perro fallecido un presunto delito de maltrato animal.
Animales muertos y en estado de descomposición en una finca de Relleu
Por otro lado, el pasado 1 de abril, los agentes recibieron un aviso de la Policía Local de Relleu comunicándoles que tenían en sus instalaciones a tres perros extraviados, sin chip identificativo, con el fin de hacer las gestiones necesarias para localizar al propietario y entregárselos.
Tras localizar al propietario, los agentes se desplazaron hasta la parcela donde se iba a hacer la entrega de los animales.
Al llegar al lugar, los guardias civiles observaron que en la propiedad había más perreras, con unos seis perros en total. Los agentes decidieron inspeccionar los animales, comprobando in situ que varios de ellos carecían de pasaporte y del chip reglamentario.
Además, también se percataron de que en la parcela había varias jaulas de madera, encontrando en alguna de ellas animales muertos en estado de descomposición. También había animales muertos en un pequeño corral y en una caseta de madera junto a la vivienda principal de la finca.
Por todo lo anterior, la Guardia Civil ha investigado a esta pareja, un hombre de 46 años y una mujer de 43 años, por ser los presuntos autores de un delito de maltrato animal.
Las diferentes actuaciones han sido llevadas a cabo por agentes pertenecientes al SEPRONA de la Guardia Civil de Altea.