Los técnicos estudian si mantienen cerrado el puente de Xàbia sobre la desembocadura del Gorgos hasta construir el nuevo
- El alcalde asegura que primará la «seguridad» y confía en que el nuevo viaducto de Triana se licite la próxima semana
- Admite el mal estado de la estructura pero matiza que su situación no ha empeorado por culpa del último temporal
El puente de Triana sobre la desembocadura del río Gorgos en Xàbia continuará cerrado al tráfico de «forma preventiva» hasta que un informe técnico «reevalúe sus condiciones de seguridad». Así lo ha anunciado este lunes el alcalde del municipio, el socialista José Chulvi. De este modo, es posible que el viaducto, único punto que todavía se halla cortado al tránsito en Xàbia después del temporal de la pasada semana, permanezca clausurado hasta la construcción de uno nuevo, un proyecto que arrastra ya mucho tiempo de retraso. No obstante, el alcalde señaló que en el plazo de una semana se podría sacar a concurso las obras para que ese nuevo puente al fin sea una realidad.
Chulvi admitió que este paso sobre el Gorgos arrastra daños desde la riada de 2007. De hecho, su estado despertó una vez más la inquietud vecinal la pasada semana, cuando el río volvió a aumentar de forma significativa su caudal después de las lluvias. Un vídeo publicado por este diario también plasmó el preocupante estado de la parte inferior de la estructura.
No obstante, el alcalde matizó que la situación del puente de Triana no se visto empeorada por este último temporal; y que en este sentido, las grietas que se encuentran en la calzada, y que también desataron cierta alarma social hace unos días, ya se habían formado antes de ese episodio de mal tiempo. Aún así, el munícipe señaló que en este asunto «primará ante todo la seguridad» y por lo tanto se seguirá lo que dicten los técnicos en el estudio que están elaborando.
Además, el alcalde realizó una pormenorizada descripción de todos los escollos que se ha encontrado la ejecución de un nuevo puente sobre el Gorgos. En este sentido, defendió que el consistorio hizo sus deberes y ya en su día «logró en primer lugar el permiso de todas las administraciones para realizar las obras, que era algo muy complicado»; y que después licitó su derribo y reconstrucción. Sin embargo, la empresa que se adjudicó la obra –Levantina Ingeniería y Construcción- «incumplió el contrato, se comportó de forma muy irresponsable al pedir más dinero y no llegó ni a iniciar los trabajos». Ahora se espera que en poco tiempo concluya por fin todo el proceso administrativo que ha tenido que reiniciarse.