No es comarca para el fútbol femenino
ANÁLISIS
- Dos frente a trece. Las comparaciones son odiosas, pero las cifras hablan por sí solas. Los clubes de Benissa y El Verger son las únicas opciones que dan cobijo a las más de 16.000 mujeres de entre 15 y 34 años en la Marina Alta
- “Parece que haya miedo de que las mujeres consigan triunfar en algo donde reinan los hombres”
Que el fútbol ha sido tradicionalmente un deporte predominantemente masculino no se puede discutir. Y que existen diferencias fisiológicas y técnicas entre la forma de jugar de hombres y mujeres, tampoco. Lo que sí es discutible e irrazonable, según el libro Cuando ganar es perder, es la disparidad en cuanto a recursos y atención tan gigantesca.
“El fútbol profesional se rige por una lógica del mercado que deja a las mujeres en una posición difícil, desnudas, debido a su poca presencia mediática, su amateurismo y el escaso respaldo institucional, cuyo paraguas federativo y gubernamental está a años luz del privilegio de la masculinidad”.
Esto ocurre, sobre todo, en las altas esferas. En ellas se puede hablar de desigualdad económica especialmente. Pero el fútbol femenino regional no se queda atrás, y el caso de nuestra comarca es un claro ejemplo. Dos frente a trece. Benissa y El Verger frente a Dénia, Xàbia, Calp, Teulada Moraira, Benissa, Pego, Ondara, Pedreguer, Gata, El Verger, Benitatxell y Orba.
Las comparaciones son odiosas, pero las cifras hablan por sí solas. La Marina Alta no es comarca para (las) futbolistas. “El futbol femenino aquí no se puede comparar con el masculino. Nada que ver. Hemos tenido que tirar mano de gente de fuera para poder formar el equipo. En el masculino hay muchos más niños, muchos más jugadores. En este sentido, es mucho más difícil”, evidencia Iván Robles, entrenador de uno de los dos únicos equipos de fútbol femenino senior en la comarca.
Eso sí, también hay quienes a pesar de las adversidades continúan apostando por dar la oportunidad a aquellas chicas intrépidas que dejan a un lado las normas sociales y los clichés para hacer lo que realmente les apasiona: jugar al fútbol. Aunque no sean muchos. Dos únicas opciones dan cobijo a las más de 16.000 mujeres de entre 15 y 34 años ─intervalo de edad habitual para jugar al fútbol sénior─ de la Marina Alta.
Y no son precisamente los municipios que se esperaría dado su volumen de población. Ni Dénia, ni Xàbia, ni Calp. Son los clubes de Benissa y El Verger los que llevan dos temporadas ─la próxima, 2018/2019, será la tercera─ siendo los referentes para las chicas de la comarca. Precisamente esta temporada ambos han logrado encabezar la liga, consiguiendo ascender a Primera Regional.
Nuevas iniciativas
Las oportunidades se amplían también la próxima temporada en Dénia, en este caso para niñas de las categorías infantil y cadete y para las chicas de fútbol sala. En el caso del equipo formado por la Escuela Municipal de Fútbol de Dénia, se trata de una iniciativa pionera en la comarca, pues nunca antes había existido un equipo únicamente de niñas en esa categoría. Lo que se pretende, tal y como explica el director de la escuela dianense, Agustín Mossi, es dar opción a esas niñas que se quedan sin alternativa tras pasar a infantil, categoría a partir de la cual la Federación ya no permite equipos mixtos.
Llevan desde el mes de marzo entrenando y de momento ya se han inscrito un total de 15 niñas, “aunque mucha gente está a la expectativa aún”, señala Mossi, quien insiste en que el equipo se llevará a cabo sí o sí. “Si hay niñas que quieren jugar no podemos fallarles nosotros no ayudándolas. Tenemos que conseguirlo como sea”. Las inscripciones están abiertas en las oficinas de la escuela (en El Rodat) y a través del correo electrónico emfdenia@gmail.com.
Del mismo modo ha decidido apostar por un equipo femenino el Dianense Futsal. Ellos y el Calpe Futsal, a pesar de la polémica de hace unas semanas con el ascenso del equipo femenino, llevan la batuta del fútbol sala de chicas en la comarca. Tras 13 años gestionando la escuela municipal, el año pasado se creó el club para dar salida a los jóvenes de la escuela. Primero llegó el equipo masculino sénior, pero “teníamos claro que el siguiente paso tenía que ser un femenino”, recalca el presidente del club, José Luís Mengual, quien recuerda que aún está abierto el plazo de inscripciones y todos los entrenos son públicos. “Puede venir quien quiera a probar”.
“Lo que queremos es que todas las niñas que están jugando en las categorías base de los diferentes colegios de Dénia vean en nuestro equipo el sitio donde pueden llegar a jugar cuando vayan creciendo. Lo que hablo con las chicas del equipo es que ellas tienen que ser un poco ese espejo para que las más pequeñas comiencen a venir a verlas jugar y se animen”, manifiesta Mengual.
En Xàbia, María Sanz y Esther Ortolá casi lo consiguen. Estas dos futbolistas de 17 años empezaron una campaña en redes sociales para lograr captar chicas que quisieran conformar un equipo. Necesitaban llegar a ser 20, condición indispensable según el C.D. Jávea. Tras meses de intensa búsqueda lo consiguieron, pero la iniciativa se truncó por tema de edades en el equipo, ya que la Federación obliga a que haya un mínimo de chicas mayor de edad en el equipo. Quién sabe si el año que viene Xàbia tendrá el tercer equipo de fútbol sénior femenino de la comarca.
Dificultades
A pesar de que las alternativas crecen, las dificultades siguen patentes. “Que solo haya dos equipos de fútbol femenino sénior en la comarca limita bastante”, señala el entrenador del U.D. Benissa Femenino, Iván Robles. Sobre todo a la hora de desplazarse para entrenar. “Si tienen edad para poder conducir hay menos problema, pero a las más pequeñas, a las que las tienen que acompañarlas los padres desde los pueblos de los alrededores, cuesta un poco más”. Aun así, si hay ganas, no existen obstáculos. Desde localidades como Dénia, Pego, Ondara u Orba se desplazan las chicas del Club Esportiu de Futbol El Verger. Benissa, en cambio, recibe jugadoras de Xàbia, Gata, La Xara, Llíber o Alcalalí.
Y más de lo mismo ocurre con los partidos. Los desplazamientos suelen ser hasta localidades bastante alejadas, al contrario de lo que ocurre en el caso de las ligas de chicos, que juegan contra equipos de municipios vecinos gracias a la cantidad y diversidad que hay en la comarca. “Venía de entrenar equipos de niños antes de coger el femenino y el desplazamiento más largo ha sido hasta Calp, mientras que para las chicas este año nos hemos tenido que desplazar hasta Orihuela, que está casi en Murcia y son dos horas de autobús”, revela David Femenía, entrenador del femenino de El Verger. Y es que “cuando toca ir fuera a jugar ya sabes que estás fuera de casa mínimo siete horas”.
A pesar de ello, agradecen en ambos casos que el Ayuntamiento ─los equipo femeninos, a diferencia de los masculinos, forman parte de la escuela municipal─ les asigne un autobús para los desplazamientos. “Hemos recibido apoyo del Ayuntamiento y estamos muy agradecidos. Poder mantener un equipo es costoso y la verdad es que han hecho un esfuerzo grande para que se pudiera llevar a cabo el equipo femenino”, señala Robles, de la U.D. Benissa.
En el caso de El Verger, Femenía asegura que no les ha faltado de nada. “Material hemos tenido siempre el mismo que el resto del club, el equipaje nos lo han patrocinado igual… No estamos, ni mucho menos, desamparadas. El club se está volcando bastante, veo que apuesta por la continuidad del equipo”. Y eso se ve, apunta, en la inversión que ha decidido hacer el club en unos nuevos vestuarios para chicas. “Está invirtiendo en ello porque en unos años va a pegar más fuerte de lo que está haciéndolo ahora”.
El tema de los vestuarios es una cuestión que genera controversia en muchos clubes de fútbol. En Benissa, es precisamente la única reivindicación que les falta por cumplir. “El equipo senior masculino sí que tiene un vestuario asignado siempre y a nosotras, de dos días que entrenamos, uno nos envían al pabellón a cambiarnos”, critica Robles, quien asegura que este año van a pedir ayuda al Ayuntamiento en este sentido. “Si el sénior masculino tiene uno, nosotras también queremos tener uno propio”.
El fútbol no es solo de hombres
«¿A fútbol tú, una chica?». Gema Aledo, coordinadora del Dianense Futsal femenino, atribuye a la educación la responsabilidad de la desigualdad en el fútbol, y señala a los propios padres como impulsores de ciertas inseguridades. “Los padres somos los primeros que les inculcamos esos clichés. Cuando juegan oigo algunos comentarios como «Ay, cuidado con la niña». Juega al futbol sala, es lo que hay. Los niños cuando son pequeños no ven las diferencias, somos nosotros”.
En cierta manera, todos coinciden. Los clichés y las normas sociales han hecho mucho daño al fútbol femenino. Es todo una rueda. A menos chicas, menos equipos, menos visibilidad y, desgraciadamente, menos dinero. “El problema es de los clichés que hay en la sociedad y en casa. Estoy convencido de que de cada diez niñas que digan en su casa que quieren jugar al fútbol sala, juegan tres. O van a jugar cuatro y porque al final no se apuntan más niñas o por comentarios de los compañeros y circunstancias varias acaban jugando dos. El hecho que de diez al final jueguen dos, hace que no se creen equipos de chicas y tampoco competiciones”, expone José Luís Mengual.
“La desigualdad es todavía muy grande, enorme. La ayuda que recibe el futbol femenino es muy pequeña”, señala David Femenía, quien, esperanzado, ve cómo se está abriendo camino poco a poco. El entrenador de El Verger reclama a los clubes y a toda la afición ese empujón que se necesita. “Se tira un poco de menos ir a un partido, sabiendo que el equipo está en proceso de ascenso, y ver más afición. Es una pena ver que no se llena el campo”.
El impulso del fútbol femenino ha de pasar por las bases
El impulso ha de pasar por el fútbol base, animando a más niñas a jugar para poder crear equipos de chicas, como en el caso de la Escuela Municipal de Dénia. De momento, esa posibilidad la descarta David Femenía en El Verger porque, al igual que en otros clubes, no hay suficientes niñas. “Por ganas y por querer no es. Las niñas tienen mucha ilusión, pero si no hay bastante gente para que pueda conformarse un equipo únicamente femenino no se puede hacer nada. La cuestión sería que algún pueblo de la comarca se echara hacia adelante y lo hiciera dando facilidades para que las niñas de otros pueblos se pudieran desplazar”.
Esa sería la ilusión del presidente del Dianense Futsal, quien espera conseguirlo. “Mi sueño es que en unos años podamos sacar más equipos de chicas. Que haya un benjamín, un alevín o un cadete solo de niñas, aunque tengan que jugar en competiciones de chicos hasta que haya competiciones femeninas. Me da igual. Pero que por lo menos esas niñas, igual que pasa con los niños, cuando lleguen al sénior vengan de una generación que han jugado todas juntas desde los 6 o 7 años. Es complicado pero el primer paso ya lo hemos dado”.
Con iniciativas como las de Benissa y El Verger en categoría sénior, la de la EMF de Dénia en el caso de infantiles y cadetes y la del Dianense y el Calpe en fútbol sala, el futuro del fútbol femenino parece un poco menos desalentador. Pero aún queda mucho recorrido hasta la igualdad. “Espero que esto llegue lejos y que la gente se conciencie de que hay que apoyar un poco más al fútbol femenino”, expresa David Femenía. “Parece que haya miedo de que las mujeres consigan triunfar en algo donde reinan los hombres”.