Cristina Sala y Natalia Cholbi, dos gimnastas de la Marina en la Expo Internacional de Astaná (Kazajistán)
- Las dos deportistas forman parte de la compañía de teatro urbano Carros de Foc de Sant Vicent del Raspeig, y están realizando actuaciones diarias en este importante evento que dura unos tres meses (prácticamente todo el verano)
Una Exposición Internacional (más conocida como Expo) es un gran evento que se organiza cada cierto tiempo en una gran ciudad con un objetivo claro: el de mostrar los avances conseguidos en la satisfacción de las necesidades del ser humano de forma sostenible y el de mostrar las perspectivas de futuro en diversos sectores de la sociedad. Hay dos tipos, las Reconocidas y las Registradas. Lo que las diferencia es la duración de cada una (las primeras tienen una duración máxima de tres meses y las segundas de seis). Resultará raro leer sobre Exposiciones Internacionales en un medio comarcal como este, sin embargo, en la actualidad está teniendo lugar una de ellas en un país asiático y la Marina Alta puede decir que tiene una pequeña representación en ella. No se trata de una delegación de ninguna localidad, pues cabe recordar que los expositores en las Expos son Estados. Se trata de personas, porqué en efecto, hay dos personas de la comarca participando directamente en esta Exposición. Sus nombres: Cristina Sala y Natalia Cholbi.
Cabe recordar la importancia de este tipo de eventos y como, en algunas ediciones, han dejado huellas en las sociedades de los países que las han acogido. ¿Quién no recuerda la Expo de Sevilla? O ¿quién no ha estado paseando por debajo de la Torre Eiffel de París? Sí, esta famosa torre nace gracias a la organización de una Exposición Internacional. Esto hace equiparable este acontecimiento a algunos de los más reconocidos eventos de talla internacional.
Tras esta breve introducción a las Exposiciones Internacionales, cabe hablar de la que se está realizando ahora, que como se anunciaba, cuenta con la participación de dos jóvenes nacidas en la Marina Alta. Astaná, la capital de Kazajistán, es la sede de la Exposición Internacional Reconocida 2017 y lleva desde el mes de junio disfrutando de la visita de miles y miles de personas de todo el mundo a su evento. Con un tema tan importante como la "Energía del Futuro", tiene como objetivo crear un debate global entre países, empresas y asociaciones no gubernamentales sobre cómo acceder de forma segura y sostenible a la energía. Es decir, buscan crear discusiones al respecto de la necesidad de todos de acceder a las fuentes de energía y de la necesidad de hacerlo de la forma más respetuosa con el medio ambiente.
España, como país, participa, como no podría ser de otra forma y lo hace en su pabellón (la mayoría de países que participan tienen un pabellón propio en el que ofrecen sus aportaciones al tema principal de la Expo). Y no solo participa con el pabellón sino que además participa con espectáculos, y es que hay una compañía española que está llevando a cabo actuaciones y espectáculos en la Expo y no solo en el pabellón español sino también en el pabellón más importante: el de Kazajistán, que es el país organizador.
Se trata de Carros de Foc, una compañía de teatro urbano nacida en Sant Vicent del Raspeig (Alicante). Tras varios años de actuaciones de todo tipo, es una compañía que ha crecido hasta situarse en lo más alto del panorama nacional. Va pueblo a pueblo, evento a evento realizando espectáculos vistosos e impresionantes en que se combinan bailes con saltos, acrobacias con telares o con otro tipo de herramientas así como marionetas gigantes o zancos. Tal es su éxito en los últimos años que han llegado hasta países como Rumanía, Francia o incluso Corea del Sur y todo ello les ha servido para ser seleccionados para realizar su espectáculo en la Expo Astaná 2017. Y es en esta compañía donde encontramos a las dos protagonistas de este reportaje.
Cristina Sala es de Dénia y Natalia Cholbi de Xàbia. A ellas les une una amistad que viene desde su niñez. Y es que, desde pequeñas las unió un deporte: la gimnasia rítmica. En efecto, ambas participaban en las competiciones de esta disciplina a nivel autonómico e incluso nacional y ahora, tras haber dejado de lado su práctica, han optado por coger esta vía que como se aprecia las lleva a actuar a la otra punta del mundo.
En Astaná, Cristina y Natalia están disfrutando, junto a los otros muchos miembros de Carros de Foc, de una estancia de tres meses y de espectáculos a todas horas. Es por ello, debido al gran número de actuaciones que realizan al día (hasta siete), que se van turnando por grupos. Tal como afirman las propias protagonistas, ellas están en el pabellón principal y su espectáculo trata de simular un reactor nuclear que funcionaría con agua de mar, por aquello de que el tema de la Expo es la energía del futuro. Así, en sus actuaciones que combinan el baile en el suelo con las acrobacias en telares aéreos, representan las partículas que crean la energía en ese reactor. Aprovechando sus dotes de gimnasta, tanto Cristina como Natalia se encargan de la parte del baile. Ellas actúan como bailarinas, pero no es un simple baile, sino que se trata de movimientos que probablemente muchas personas no podrían realizar, debido a la flexibilidad que se necesita.
Las dos vecinas de la Marina Alta llegaron al país asiático el cinco de junio y permanecerán allí hasta el quince de septiembre. Todo un verano diferente a la par que interesante ya que, a partir de ahora, podrán presumir de haber sido partícipes directas de una Expo Internacional.
La historia de Natalia y Cristina en Carros de Foc no viene de muy lejos. La primera lleva tres años. Cuando dejó la gimnasia rítmica tuvo una proposición para participar de esta compañía por parte de una buena amiga y no lo dudó. Asegura que gracias a ello puede sentir que "aunque no siga compitiendo puedo disfrutar de todo lo que aprendí siendo gimnasta y poder seguir disfrutando del baile". Y prácticamente lo mismo le sucede a la de Dénia, que además entró en el grupo gracias a la propia Natalia. Según confirma Cristina, fue ella quien dio su número y no tardaron en llamarla, con lo que tiene mucho que agradecerle a su amiga.
Ambas también coinciden en calificar la experiencia de Astaná como positiva. Cristina asegura que "mi experiencia personal es muy positiva ya que he tenido la suerte de compartirla con compañeras excelentes que están haciendo de este viaje una experiencia maravillosa, además estamos conociendo a mucha gente nueva de este país que son todo lo amables que se puede pedir y me hacen sentir como en casa". La propia gimnasta asegura que, como es obvio, echa de menos a su familia y a su pareja, pero eso no quita que esté disfrutando de un viaje y unos momentos envidiables. Por su parte, la de Xàbia afirma que "disfrutar de esto con Cristina es un regalo ya que nos conocemos y hemos competido juntas varias veces desde que teníamos 9 años y esto ha sido como un reencuentro tras haber dejado la gimnasia".