Giner de Murla: "Todavía tengo 19 años y me queda mucho por aprender, pero tengo esperanza de poder vivir bien de la pilota"
- La pelota valenciana vuelve a protagonizar una entrevista en La Marina Plaza, y esta vez se trata de uno de los mejores jóvenes pelotaris de la Comunitat
El compromiso de este diario con la pelota valenciana viene desde el inicio de la sección de deportes. Se consideraba necesario cubrir un sector del deporte que no llega a todos los medios y que aporta tanto a una comarca como ésta. La Marina Alta vive muy cerca al deporte autóctono. Se llenan las calles de muchas de sus localidades, así como los trinquetes. Y esto hace necesario prestar atención a lo que le rodea.
Un factor muy interesante de la pelota valenciana en la Marina Alta son los profesionales que han nacido en alguno de sus pueblos. Que son diversos. Hace unos meses, La Marina Plaza entrevistó a Félix, pelotari de Dénia que ha sido y está entre los mejores. Ahora llega la segunda entrevista a un deportista de esta modalidad: el joven Giner de Murla.
De nombre Marco, es un chaval de 19 años que desde antes de nacer ya tenía la pilota en sus venas. Desde muy pequeño tiene un en la mano y, poco a poco, con entrenamiento y esfuerzo, se ha convertido en una promesa. Ya ha ganado su primer título, el Presidente de la Diputación, y lo ha hecho jugando frente grandes estrellas de este deporte, como Genovés II y Puchol II. Ahora tiene un largo camino por delante, para poder vivir del deporte y para llegar a ser el mejor.
¿Cuándo y por qué empezaste a jugar a la pelota?
Yo empecé a jugar desde muy pequeño. Antes de nacer mi padre ya tenía ganas de enseñarme a jugar. Realmente a una escuela de pelota yo entré con 6 años, pero con esa edad ya sabía enrollarme las manos y prácticamente ya sabía jugar a pelota.
Giner afirma que ha conseguido ser profesional "a base de trabajar mucho, a base de ir a entrenar e ir a jugar incluso cuando no es necesario o cuando toca descanso [...] desde los siete u ocho años calentarsle la cabeza a cualquiera para ir a jugar.
¿Quién te inculcó este deporte? ¿Por qué no otra disciplina?
Como ya decía, mi padre desde antes de nacer ya estaba deseando que yo fuera pilotari. Él fue un importante jugador, no llegó a ser profesional dentro del trinquete pero si que jugó en las disciplinas de la calle y llegó a jugar con la Selección Valenciana. Jugaba a llargues y era de posición traure.
Y, como es lógico, no escojo otro deporte porque yo desde que soy pequeño que me apasiona ir a ver jugar a la pelota. En Murla no hay otro deporte fuerte, y además, yo salgo de mi casa y en la calle, donde yo he vivido siempre, es la calle donde juegan a llargues. Con siete u ocho años hacía de marxaor e incluso pintaba las rayas para que se jugaron las partidas.
-Eres profesional desde hace pocos meses. Cuéntanos un poco como has llegado hasta ahí.
Bueno, soy profesional a medias. Todavía no lo soy del todo.
A base de trabajar mucho, a base de ir a entrenar e ir a jugar incluso cuando no es necesario o cuando toca descanso. Todos los días, desde los siete u ocho años calentándole la cabeza a cualquiera para ir a jugar. Después, conforme he ido creciendo, nunca he dejado de prepararme bien, de querer aprender para mejorar, para no lesionarme. En definitiva, muchas horas viendo y jugando a la pelota.
¿Por qué dices eso de que lo eres a medias?
Pues porque yo todavía no consigo entrar en todos los campeonatos profesionales. Por ejemplo, en los más importantes, como el Bancaja o el Mestres, todavía no he entrado. Sin embargo, estoy a ese nivel y entre algunos, pero no al de otros todavía. La verdad es que somos muchos jugadores los que estamos a ese nivel y bueno, poco a poco luchamos para conseguir entrar en cada vez más torneos. Además yo de momento tengo la suerte de que soy de los más jóvenes, así que todavía tengo tiempo para mejorar.
¿Ahora mismo estarás disfrutando mucho jugando contra algunos de tus ídolos, no?
La verdad es que cuando yo era pequeño, para nada pensaba que con 19 años podría estar jugando contra estos jugadores. Pensaba que con esta edad seguiría jugando contra los de mi edad, y con 25 años jugar ya alguna profesional. Pero nunca imaginé que con 18 años podría jugar la Copa, como sucedió el año pasado.
-Además, puedes decir que has ganado ya un título y contra uno de los grandes, como Genovés II. Cuéntanos experiencia.
Si, es el primer trofeo importante que gané, y es muy especial. De hecho, yo en las categorías inferiores nunca he ganado un torneo por equipos. Individual si que he ganado (en categoría sub'18), pero por equipos nunca.
Me hizo mucha ilusión, ya no por ganar el primer título, sino porque además es el Diputación de Alicante, que es por aquí cerquita, las partidas son en trinquetes que conozco. Además, mis dos compañeros de equipo, Pedro y Carlos, son jóvenes y los conozco, y eso hace que sea más cómodo.
A mí las tres partidas que jugué en ese campeonato me han dado un impulso muy grande a mi carrera. Sobre todo la primera partida que perdimos contra Genovés II en Dénia, llegando a iguales a 55. Esa es una partida que yo no estoy acostumbrado a jugar, con jugadores buenos, con tensión. Y luego la de Xàbia, que le ganamos al campeón individual, Puchol II. Esas partidas a mí me ayudaron mucho para el día de la final y para mi futuro como jugador.
Además la última partida la jugamos en Benissa donde yo estoy más cómodo que en otros lugares. Hay que recordar que no jugamos igual en todos los trinquetes y que cada uno tiene su particularidad. Algunos tienen grada profunda al fondo (Pedreguer por ejemplo) y es más fácil echarla dentro y hacer el quince, y otros no, entonces nosotros tenemos que adaptar nuestro juego en el recinto.
Los que están un poco por encima de mi ya viven más o menos bien, sin demasiadas complicaciones. Pero ahora, por ejemplo, no puedo permitirme irme a vivir a un piso yo solo.
-Además, ¿juegas también contra aficionados o ya no?
El año pasado en aficionados jugué a llargues con Parcent, que como bien sabrás ganamos la liga y algún título más. Tenía un sueldo y estaba muy comprometido. Yo si tenía partida con Parcent, decía que no a las del trinquete. Después, lo que he hecho este año es no coger ese compromiso. Si que he accedido a ayudar al club de Murla, que juega en la primera categoría de la Liga de Palma, pero sólo voy el día que a mí me va bien y ellos lo necesitan. Este año ya no dejaré de jugar al trinquete para ir allí.
Ya no es lo mismo. Yo ahora dentro de poco tiempo ya empezaré a preparar el Campeonato Individual y si estoy preparándome a fondo, no me va bien jugar una partida un sábado de aficionados. Igual prefiero recuperar que no ir a jugar, porque puede trastocarme el plan de entrenamientos.
Eres resto, la posición más complicada. ¿Por qué elegiste esa posición?
Realmente, cuanto más juegas es cuando eres resto. Cuando una persona comienza a jugar a la pelota, si juega muy bien ya desde el principio, termina jugando en esa posición. A esto hay que añadirle tus cualidades y tus capacidades. Esto será lo que finalmente decidirá dónde juegas. Lo que pasa es que yo tengo mucha potencia por arriba y por abajo. Si yo prefiriera ser mitger entrenaría más la potencia de arriba, pero como por abajo también se me da bien, pues al final acabe decantándome por ser resto.
Es algo que al final elige cada uno pero siempre acoplando a las cualidades que se tienen. Lógicamente, una persona que no tiene potencia por arriba no va a jugar de mitger, e igual con el resto.
¿Ahora mismo, podrías decir que ya vives de la pelota? ¿Qué esperanza tienes de poder conseguirlo?
Yo ahora ya más o menos si que vivo de la pilota. Cobro un sueldo que más o menos te da para vivir y pasar el mes, pero a un jugador como yo que esté independizado le costará vivir. Los que están un poco por arriba de mi ya viven más o menos bien, sin demasiadas complicaciones. Pero yo ahora, por ejemplo, no puedo permitirme irme a vivir a un piso yo solo.
Lo que ocurre es que ahora mismo, aunque no tengo un contrato con ValNet, si me lesiono no voy a tener ingresos como tienen otros jugadores que ya si que tienen ese contrato. Ahora hay 16 jugador con contrato. En mi caso, aún no he podido entrar en esos 16 porque hasta ahora ellos juegan mejor que yo. Entonces, cada seis meses se revisarán esos contratos y yo deberé intentar entrar. Irá variando según el nivel al que esté cada uno. Aunque tengo 19 años, y con esa edad no tener contrato no es algo grave, ya que tengo tiempo para mejorar. En definitiva, tengo esperanza de poder conseguir vivir bien de la pilota.
Hace unos días se publicó el ranking de la Federación de Pelota del mes de junio. Como te sientes al verte el 10 de todos los pelotaris llevando tan poco tiempo?
Pues es algo que ilusiona. Verte ahí entre pelotaris que son muy buenos da mucho gusto, la verdad. Y es que es probable que los que están por abajo de mi, sean mejores que yo, y verte ahí entre figuras es algo que nunca habría pensado.
Cuéntame un poco sobre lo que tienes pensado de futuro como profesional. ¿Esperas poder llegar a ser el número 1?
No voy a negártelo. Yo no jugaría a pilota si no jugara para intentar llegar al máximo nivel que mi cuerpo me permita. Nunca sé cuál es ese máximo. Quizás sea llegar a ese número 1, pero no sabemos si en unos años puede aparecer un joven mucho mejor que todos los que ahora somos profesionales. Pero, sin duda, me haría mucha ilusión llegar a esos puestos de arriba y pienso que, como mínimo a una final del Individual sí que podré llegar.
¿Cuál es tu rutina de entrenamientos?
Yo hago mucho trabajo preventiva. Yo todavía estoy desarrollando mis maneras de jugar y entonces todavía estoy enseñándome a jugar dentro del trinquete. Por ello, el objetivo que tenemos mi entrenador y yo es el de tocar al máximo la pilota y, siempre que puedo, jugar y jugar.
Los que ya están desarrollados, para decirlo claro, que son los más veteranos, ya no entrenan con la pilota porque ya tienen muy perfeccionados sus golpes y sus cualidades. Entonces, cuando ya son más mayores, lo importante es no lesionarse. Lo que debían aprender para jugar a la pilota ya lo tienen más que aprendido, entonces buscan entrenamientos para mejorar físicamente y no lesionarse en las partidas. Por eso prácticamente no tocan la pilota en los entrenamientos.
-Entrevistamos a Félix hace unos meses y nos comentó que la pilota en la comarca había ido bien durante los últimos años, pero que hace falta mejorar cosas en las escuelas municipales. ¿Qué opinas al respecto? ¿Crees que es buena la situación del deporte autóctono en la comarca o encuentras algo en falta?
La situación en la comarca en la pelota es buena. Por ejemplo, que la Escuela de Pelota de Orba haya tenido a muchachos como Arnau y Conillet, que han ganado muchos títulos, ha ayudado a que muchos otros niños de esa localidad y de las de la alrededores se hayan puesto a jugar. Además, también ayuda que haya varios profesionales en la Marina Alta y que, además, sean ellos mismos los que se encargan de las escuelas en diversos pueblos. Por ejemplo, Pedro lleva la de Pedreguer, Fèlix la de Ondara, a otra voy yo, a otra Héctor. Esto ayuda mucho.
Cabe destacar también la semilla de promoción que hacen personas como Raúl Ivars, de Benissa, que es el encargado de mantener vivos los trinquetes de su localidad y de Pedreguer. Él hace un trabajo necesario y excepcional para llamar la atención y llenar los trinquetes y para montar las partidas más interesantes.
¿Qué futuro le ves a este deporte en la comarca?
Un futuro bueno. Claro que si. Sin embargo, pienso que no hay que acomodarse y pensar que ya está todo hecho. Es un trabajo que tenemos que seguir haciendo, día a día. Es un deporte que por sí solo no crece ni se mantiene, sino que somos nosotros los que tenemos que hacer que sea apreciado y que nunca desaparezca.
Yo no he tenido tiempo a ver los trinquetes llenos hasta la bandera como los han visto los más veteranos. Yo entiendo que hoy en día hay muchas cosas que hacer un sábado por la tarde. Nuestro trabajo está bien, pero en ese sentido igual si que es necesario hacerlo mejor (la promoción).
¿Qué le dirías a los niños para que elijan la pilota y no el fútbol u otros deportes?
Pues que vayan al trinquete y que vieram jugar a Puchol, Soro o Félix. Yo pienso que es mucho más complicado hacer lo que hacen estos que lo que hacen los mejores futbolistas del mundo. Es pegarle con la mano a una pelota mucho más pequeña que un balón de fútbol (y más pequeña que la propia mano) y la tienes que hacer correr por dentro de la palma y los dedos y, además, saber dirigirla para complicarle al rival la devolución. Todo ello sufriendo daño en cada golpe, porque que la pelota está dura [risas].