La voz de los movimientos sociales y los derechos humanos en la Marina Alta
- El documental del cineasta dianense Jose Gayá, 'Cuando las gotas se hacen lluvia', que muestra las grietas de nuestro sistema a través de diferentes movimientos ciudadanos —dos de ellos en la Marina Alta—, ha dado ya la vuelta al mundo después de tan solo unos meses de recorrido
- Gayá ya tiene entre manos diversos nuevos proyectos que pronto verán la luz. Y todos, excepto uno, tienen un factor común: la comarca de la Marina Alta es su escenario y sus lugareños son los protagonistas
Desde que La Marina Plaza le hiciera una entrevista el pasado mes de febrero al cineasta dianesnse Jose Gayá con motivo del estreno de su último documental llamado ‘Cuando las gotas se hacen lluvia’, ha llovido mucho —en sentido figurado—. Con una trayectoria de más de 15 años dedicados al documental de carácter social, el director y realizador de cine de la Marina Alta decidió regresar a su tierra natal —esta vez afincándose en Pedreguer—, después de estar más de una década rodando documentales por toda Latino América, para desarrollar su último trabajo.
El documental, que se estrenó el día 10 de diciembre (Día de los Derechos Humanos Internacionales) y que muestra las grietas de nuestro sistema a través de diferentes movimientos ciudadanos —dos de ellos en la Marina Alta—, ha dado ya la vuelta al mundo después de tan solo unos meses de recorrido.
Un recorrido de película
Para su estreno, el Colectivo Miradas realizó una intensa gira en enero por el territorio español para presentarlo, primero que todo, a los protagonistas. “Nada más lo estrenamos, lo que hicimos fue hacer una ruta por las zonas donde ya habíamos rodado, o sea, donde los movimientos sociales participaron directamente en el documental” para “ver si a los protagonistas del documental —que es una cosa que hacemos siempre desde hace diez años— les gustaba”, cuenta a este periódico el propio Jose Gayá.
El estreno fue en Gamonal, Burgos, por una causa mayor: “los compañeros nos pidieron apoyo por una cuestión de que iban a desalojar un Centro Social y estaba la cosa movida y querían hacer el estreno ya. Les encantó y después hicimos un recorrido por todos los sitios que participaron en el documental y otros que no”, cuenta Gayá.
Después le siguieron Madrid, Cataluña, País Vasco, Marinaleda, Sevilla, Jaén, Jódar y… cómo no, la Marina Alta, donde a finales de enero de este año el documental se proyectó en siete localidades diferentes. Pero el film no se ha querido conformar con mostrarles únicamente a los españoles las luchas sociales de muchos de sus conciudadanos, y ha apostado por salir del país y difundir nuestra realidad a otros sitios del planeta.
Desde Estados Unidos (Nueva York y Washington) hasta Venezuela (Los Andes y Caracas), con la paradoja que ello supone, pasando por Portugal y Reino Unido (Manchester), este último destino el próximo mes de diciembre, donde les han invitado a ir al Instituto Cervantes. Y, por si eso fuera poco, el documental también ha sido emitido varias veces en Telesur (cadena coproductora) en prime time, lo que supone que son “cientos de miles de personas de toda América Latina y España mirando el documental”.
Además, ‘Cuando las gotas se hacen lluvia’ ha sido nominado en numerosos festivales de cine internacionales en Rumanía, Buenos Aires, Londres, Chile, dos en Colombia, Miami y Los Ángeles. En el caso de este último, ha obtenido el premio al ‘mejor documental del mes de mayo’ en el Los Ángeles CineFest, un festival online cuyo jurado está compuesto por técnicos cinematográficos de la industria de Hollywood. Después de hacerse con el galardón del mes de mayo, participarán en la “finalísima”, donde van los mejores documentales de cada mes.
Todo ello a pesar de una dificultad añadida: “al trabajar con bajo presupuesto y no poder destinar una partida para la difusión, en muchos festivales internacionales potentes en los que hay que pagar la inscripción no hemos podido invertir”. Pues, ahora mismo, según Jose Gayá, la productora tiene otras necesidades más urgentes en las que destinar capital, como es por ejemplo la compra y renovación del equipo técnico.
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La Marina Alta, escenario de futuros proyectos
El cineasta dianense ya tiene entre manos diversos nuevos proyectos que pronto verán la luz. Y todos, excepto uno, tienen un factor común: la comarca de la Marina Alta es su escenario y sus lugareños son los protagonistas de las historias que, como siempre, atesoran una vertiente social. Porque, según Gayá, “nuestra energía, nuestro trabajo y nuestra creatividad van enfocados a la transformación de la sociedad para hacer una sociedad más justa, más libre y más democrática; con un tema central transversal que es la defensa de los derechos humanos, la cultura de la paz y la protección y defensa absoluta de la naturaleza como medio de vida”.
Uno de los proyectos que Jose Gayá está ultimando es un documental sobre el mercado del Riurau de Jesús Pobre. “Trata de su autoorganización y autogestión, sobre los puestos de trabajo que da, su carácter social y de compartir, con productos autóctonos de la tierra…”, comenta el director. “Falta lo último del rodaje y comenzar a editar, y de ahí saldrá un documental de unos 20 o 25 minutos aproximadamente” que será estrenado, tal y como vaticina Gayá, en enero o febrero de 2017.
Por otro lado, también tiene entre manos un trabajo de dimensiones más pequeñas pero con una historia realmente potente sobre una pareja de chicas lesbianas de la Marina Alta a las que se les ha negado el registro de su tercer hijo en común. “Hemos hecho aquí un documental muy reivindicativo, sencillo y bonito sobre su historia. El documental se llamará ‘Érase una vez una injusticia’”, adelanta su creador.
El tercero, titulado ‘Un pueblo, una música’, recopilará la tradición de la comarca en forma de canciones populares cantadas por un grupo de mujeres mayores de Orba. “Vamos a hacer un documental recogiendo esta sabiduría y hablando con la Banda Municipal del pueblo. Queremos hacer unos arreglos musicales con la banda para las letras de las canciones populares y se acabaría todo con una fiesta popular en el pueblo con música y las mujeres cantando las canciones”.
El último de los trabajos que, dice Gayá, aceptó la pasada semana, consiste en un trueque con un amigo suyo. Xavier, que es agricultor ecológico desde hace 25 años y es uno de los impulsores del mercado de Jesús Pobre, quiere hacer un documental de unos 15 minutos sobre hierbas autóctonas comestibles de La Marina donde se explique todas las propiedades de estas. Con este acuerdo entre “colegas”, Jose Gayá producirá un documental a cambio de “cuatro meses de comida, todo lo que quiera yo coger de su huerto para mí y para mi familia”.
Para hacer frente a estos proyectos futuros, el director y realizador dianense contará con el apoyo de algunos organismos de la comarca. “Para el documental del mercado de Jesús Pobre sí que tenemos parte de financiación por parte de la organización del mercado, que aportarán algo, y seguramente también por parte del Ayuntamiento de Jesús Pobre; y por parte de Orba pues igual, el ayuntamiento nos dará apoyo dentro de lo que pueda”, afirma.
Además, se muestra insistente en recalcar la ayuda de cuatro municipios de la Marina Alta en su anterior trabajo, con los que afirma estar muy agradecido: “Pedreguer, Xàbia, Dénia y Parcent, en ese orden”.
Próximo trabajo estrella
Después de un tiempo en el que el cineasta había regresado a su tierra natal para convertirla en el plató de sus rodajes, Jose Gayá amplía su visión y abre fronteras fuera de la Marina Alta e incluso de España. Ya trabaja en su próximo gran proyecto, un largo documental en el que, cuenta, “hace más de tres meses que estamos metidos a tope en investigación y ya hemos hecho el guion”. Intenta no anticipar mucho sobre él pero después de la insistencia adelanta en exclusiva para La Marina Plaza que trata sobre “un tema muy actual y muy potente que abarca muchos subtemas, entre ellos los refugiados y la guerra y la paz”.
Para su realización, Gayá pide apoyo a aquellos ayuntamientos de la comarca más sensibles con este tema: “queremos ahora empezar a pedir apoyo, cooperación y financiación, porque requiere una gran inversión para generar valores que vayan en favor de la cultura de la paz y de los derechos humanos. Comenzaremos, a partir de la semana que viene, a tener reuniones con ayuntamientos de la comarca más sensibles con la problemática de la guerra, los refugiados, el cambio climático, etc.; más sensibles con los derechos humanos y la cultura de la paz para intentar que nos den apoyo”.
Alegato en favor de la cultura audiovisual
El cineasta y director del documental ‘Cuando las gotas se hacen lluvia’ transmite una última reflexión sobre la situación del audiovisual valenciano, las dificultades a las que se enfrentan día a día los trabajadores del sector y el deber del estado de financiar la cultura a través del cine:
El 95% del sector audiovisual del País Valencià está en el paro. Es difícil para nosotros hacer documentales y, si a eso le sumas que haces documentales sociales para generar unos valores pacíficos contra el patriarcado, contra el racismo, etc., es más difícil aún teniendo en cuenta que el gobierno del PP ha hecho unos recortes brutales a la cultura. Encima, no les interesa financiar documentales más sensibles con la población. A lo mejor les interesaría hacer un documental de Zara pero no uno que defienda los derechos humanos y la cultura de la paz.
Entonces tenemos un problema muy grave la gente de pequeñas productoras que hacemos documentales de carácter social y cultural, y por eso necesitamos muchas aportaciones pequeñas para poder trabajar. Y los ayuntamientos más involucrados en el tema de los derechos humanos y la cultura de paz tocaría financiar este tipo de proyectos de gente que somos todos de la Marina Alta, currantes y artistas, que lo hacemos encima en valenciano, castellano e inglés.
Es importante que el estado, en este caso los ayuntamientos, inviertan en una cultura de paz y de derechos humanos a través del audiovisual, que da trabajo a la gente de la comarca; gente joven que se va a otros sitios, otros países o fuera de la comarca porque no tienen forma de financiarse. Es el estado el que tiene que financiar la cultura, lo contrario a lo que dice Hollywood, que afirma que el cine no es cultura, sino que es un producto y que eso el estado no lo tiene que financiar.