Toni Molina, ciclista profesional: "El ciclismo se basa en el esfuerzo pero también en la diversión, sin presión"
- Entrevistamos al joven, nacido en Xàbia, que forma parte del segundo equipo ciclista más importante de España: el Seguros RGA-Caja Rural
- Molina lleva tres años como profesional y ha participado en numerosas carreras. Este año una caída que le produjo una rotura de clavícula impidió que luchara por estar en La Vuelta a España
Siguiendo la estela de este diario de entrevistar a deportistas que practican deportes no clásicos decidimos escoger a un ciclista. Con motivo de la llegada de la Vuelta a nuestra comarca, y aprovechando que este deporte es muy practicado entre nuestras fronteras no dudamos en ir a buscar al que, hoy en día, es el corredor más importante de la Marina Alta: el xabiense Toni Molina.
El joven, porqué aún es joven, ya que tiene 25 años, milita en la actualidad en el equipo Seguros RGA-Caja Rural. Este es el segundo equipo en importancia en nuestro país tras el Movistar. Molina entró a formar parte de sus filas en el año 2014. Era su segundo año como profesional, tras pasar por un equipo llamado Asfaltos Guerola, en categoría sub 23. Entonces el Caja Rural (es más conocidos por este nombre), se fijó en él y lo fichó para el equipo amateur, donde estuvo formándose. Esto fue gracias a su buen año en el Asfaltos Guerola. Tras otro buen año como sub 23 en el Caja Rural finalmente lo ascendieron al equipo profesional y ahí sigue.
Las caídas no han sido uno de sus mayores problemas, pues tal y como nos afirma mientras hablamos con él, no ha tenido demasiadas. Sin embargo en los últimos meses ha sufrido dos, una de ellas grave. Como más adelante nos explica, Molina cayó y se rompió la clavícula lo cual le impidió seguir luchando por estar en la última edición de la Vuelta a España. Pero él no se rinde, y pese a que la caída fue no hace mucho, el joven se volvió a montar pronto a la bici para participar en una nueva carrera: el tour de Limousine (Francia). La mala suerte no acompañó y en la primera de las cuatro etapas de este tour, el ciclista volvió a caer y se rompió esta vez el dedo. Es por ello que cuando nos encontramos con él viene con la mano vendada y justo después de unas curas realizadas en otras heridas en las piernas. Esto no le impide, ni mucho menos, contarnos con todo lujo de detalles su vida en el ciclismo.
¿Tú empezaste directamente con la bicicleta o hiciste algún otro deporte antes? ¿Porque?
Sí, yo comencé directamente con el ciclismo. Me viene de familia, tanto mi abuelo como mi tío ya lo practicaban. Era ir a casa de mi abuelo y siempre miraba ciclismo, estaba en todos los sitios, incluso tenía una habitación con bicis colgadas y eso al final transmite. Es lo que vives, lo que ves día a día, y al final eso se te queda.
¿Tu abuelo o tus tíos llegaron a ser profesionales como tú?
Ellos no llegaron a ser profesionales porqué era otra época. No había el mismo presupuesto y era muy difícil.
¿Cuando vas en bicicleta, que sientes?
Es un poco extraño. Pienso en todo y a la vez me inhibo. Me encanta porqué puedes ver la naturaleza, escuchar los ruidos, ver toda la vida en el campo. Yo no suelo escuchar música por la carretera porqué lo veo peligroso. Otros sí que lo hacen, pero yo no. Cuando hago rodillo o voy al gimnasio sí y de hecho ayuda, pero entrenando no.
¿Entrenas a solas o con el equipo?
Cada uno vive en su casa y el preparador te manda el trabajo y ya tú lo haces desde tu casa. Y ya cuando se acerca la temporada nos hacen el planing de viaje y nos movemos y vamos donde nos toca competir. Es decir, que yo no entreno con mi equipo sino que entreno por mi cuenta. Solo entrenamos juntos en enero. Durante unos 20 días tenemos obligado estar todos concentrados y vamos a diferentes sitios, pero siempre solemos ir por aquí cerca, a Benidorm por ejemplo.
¿Y por donde entrenas? ¿Por qué tipo de carreteras?
Entrenamos para todo tipo de carreteras pero siempre con cuidado. Más en el verano. Ahí lo que hacemos es irnos por los valles de la comarca y por el interior que está mucho más tranquilo que Xàbia o Dénia donde hay demasiados coches.
¿Te hubieras imaginado que llegarías donde estás?
La verdad es que no. Siempre ha sido mi sueño y he luchado mucho por él. Es muy difícil porqué actualmente en España no hay muchos equipos profesionales. Está el Movistar y por debajo ya estamos nosotros. Están los intercontinentales que son una división más pero ahí es difícil llegar.
Yo tuve la suerte de que cuando estaba en el equipo amateur del Seguros hice un buen año y me subieron. Nos subieron solo a dos de veinte que estábamos ahí compitiendo y luchando para lograrlo. Osea que realmente es difícil. Y es una gran recompensa para tanto sacrificio.
Pasando a hablar del presente. Ahora con esta lesión ¿puedes entrenar normal?
Sí, la verdad es que no pude entrenar solo los primeros días y cuando me quitaron la escayola ya comencé a salir por carretera. Antes hacía rodillo y ahora ya salgo con normalidad. No es como cuando me rompí la clavícula que ahí si que tuve que parar durante prácticamente dos meses.
Para entrenar, ¿qué pautas o prohibiciones te marca el equipo?
En realidad no nos prohíben hacer cosas desde el equipo. Si quieres ir a nadar, lo que no es buena para los ciclistas, puedes ir pero como tú sabes que no es bueno no lo haces porqué al final lo que quieren ellos es rendimiento y tú harás lo posible para superarte y rendir. Tú tienes que hacer lo que sea para demostrar que mereces ser ascendido o que mereces que cuenten contigo. De hecho es por lo que nos pagan así que yo sé lo que tengo que hacer para no cagarla.
¿Con la alimentación igual?
Sí. Cada uno hace lo que quiere y ocurre lo mismo. Sabemos lo que tenemos que comer y que es lo mejor para nosotros. Lo único, eso sí, cuando vamos a la carrera nos controlan el peso y nos advierten, pero realmente no nos ponen un plan para comer. Tienes altibajos pero al final sabes que tienes que competir bien y te cuidas más.
¿Al año cuantas carreras haces?
Pues yo este año llevo 47 días de competición y el año pasado hice 70. Eso entre carreras clásicas (de una etapa), Campeonatos de España y vueltas más largas, de varios días. En total el año pasado hice 11.142 kilómetros de competición y entrenando esto se triplica.
¿Cuando acaba una carrera que haces?
Vuelvo a casa y entreno unos días aquí hasta que sea la próxima. El preparador nos marca los entrenamientos. Entrenamos todos los días y solo descansamos un día cada 15. Lo que hago es ir con grupos, amigos de toda la comarca y hacemos diversas rutas. Quedamos a las 7:30 y nos cruzamos en algún lugar y rodamos por carretera. Algunos días una ruta más larga, otros días más corta con más o menos montaña según lo que indique el preparador del equipo. Dos o tres días fuertes uno suave, y así. Luego están las concentraciones en invierno y las concentraciones en altura, que hacemos en junio o julio y que dura unos 15 días. Yo por ejemplo esas las hago en Andorra.
Realmente, los mejores equipos, los pro-tour también siguen el mismo sistema. Entre competiciones se van a casa y entrenan ahí.
¿Las vueltas que tú haces de normal de cuánto tiempo son?
De una semana. La más larga que he hecho este año ha sido la vuelta a Portugal de 11 etapas.
¿En el futuro a qué aspiras?
Siempre pensamos en correr una de las tres grandes. El Tour de Francia es la que más ilusión me hace. Este año he estado luchando por intentar meterme en Vuelta a España pero -como bien hemos adelantado- por las lesiones me vi limitado. Sin embargo estoy muy contento con la temporada porqué he dado un salto de calidad importante.
¿Tienes esperanza de correr una grande?
Yo creo que sí. Viendo la progresión que estoy teniendo y estando en el equipo donde estoy, en el que además cuentan con gente joven. Sí que tengo esperanza si todo sigue yendo bien. Mi equipo corre invitado la Vuelta y siempre se habla de que podremos ser invitados al Giro D'Italia, lo cual también es positivo para mi futuro.
¿Qué destacas de estar en un equipo como el que estás?
La verdad es que es como una familia. Hay una unión y compañerismo entre todos los compañeros y con los directores que es envidiable y es genial. Pese y que no estamos juntos todos, a parte de las concentraciones, hay mucha unión. De hecho no todos vamos a todas las vueltas sino que nos repartimos y aún así hay compañerismo.
¿Y algo que destacar en lo negativo? ¿Algo que no te guste?
No, no hay nada en especial que no me guste. Al final estoy trabajando de lo que me apasiona así que es difícil encontrar cosas negativas.
Obviamente negativas son las caídas y las fracturas, que este año ha sido peores que otros años. De hecho y como he dicho me he roto la clavícula y el dedo y nunca me había roto nada. Me recuperé de la clavícula y fui a Portugal y conseguí ser el 24 y eso yendo de segundo, para ayudar a Ricardo Videla. Luego en Francia pude correr una etapa y ala otra vez lesionado. Mala suerte, pero bueno al final es lo que me gusta y no me voy a quejar por un par de caídas.
Como te hiciste lo de la clavícula?
Fue en la Rute du Sud, que es una clásica de Francia. Y fue justo antes de subir el Tourmalet. Me caí de forma repentina y ale, directo al hospital. Era una etapa que tenía muy marcada para demostrar que estaba a un buen nivel y que podía estar incluso en la Vuelta, pero mira, mala suerte y se fue todo al traste.
Te sacrificas mucho para conseguir algo y al final por una caída se va toda una temporada al garete pero mira, hay que seguir.
El Torumalet es de las montañas más conocidas del Tour de Francia, ¿lo has llegado a subir?
Sí! Dos veces: una compitiendo y otra entrenando y la verdad es que es una sensación increíble. Y eso que no es el puerto más complicado que he subido.
Los ciclistas sufrimos mucho subiendo puertos y reventamos, pero una vez pasamos la línea de meta nos olvidamos y ya pensamos en la próxima etapa. También tenemos que tener un buen entrenamiento psicológico.
¿Cuál era el objetivo en Francia?
En el tour de Limousine tenía esperanzas de quedar bien, y de ganar alguna etapa pero en principio íbamos todos volcados con el esprinter porque esa carrera es plana y en todas las etapas se llega al esprint. Yo soy más escalador y como no terminaba ninguna etapa en alto pues no iba a por la clasificación general. Como ves, a mí lo que me gusta es la montaña. Pero en fin, mala suerte, de nuevo.
¿Cuando vuelves a la competición?
El 13 de septiembre. Voy a ir a unas clásicas de Italia que nos tiramos allí unos 15 o 20 días y corremos varias etapas sueltas cada dos o tres días.
En cuanto a modalidad de ciclismo, ¿solo te gusta la carretera o también otras modalidades?
La verdad es que, fuera de la carretera, solo he probado la pista y cuando era juvenil. Incluso llegué a ir al Campeonato de España. Era, sobretodo, para adquirir técnica de pedaleo y ya no he vuelto a hacer. Lo que no he probado nunca es mountain bike.
Como bien sabes, nuestra comarca es amante del ciclismo y muchos equipos profesionales vienen incluso a entrenar aquí ¿por qué crees que eligen la Marina Alta?
Pues básicamente por el clima. Poder entrenar en enero con buena temperatura y buen tiempo es algo que los equipos internacionales aprecian muchísimo. Con un invierno tan agradable como el que tenemos aquí se puede entrenar muy bien y esa es la causa principal.
Como curiosidad, ¿cuántas bicis has tenido?
Desde que eres profesional el equipo te da una por año, que realmente son dos, una para los entrenamientos y otra para competir y después la de repuesto y aparte la de crono. Y cuando acaba el año la tienes que devolver. Te la dan en enero para tenerla toda la temporada y entrenar en casa y para correr el equipo lleva la bici de competir y la de repuesto. Si estás en un equipo amateur tienes una bici para todo que también te la da el equipo. Yo hasta el momento en que llegué a ser amateur usaba la bici que me regaló mi abuelo, que esa sí que es personal y, obviamente la conservo.
¿Es difícil cuando empiezas? Es normal pensar que, económicamente, no todos puedan permitirse un deporte en como el tuyo ¿no crees?
Todo eso depende de cómo te lo tomes porqué hay quien se gasta mucho dinero y al final no llega y otros que se gastan menos consiguen llegar más lejos.
¿Qué mensaje le mandarías a un niño que ha comenzado a hacer bici?
Que se quede con todo, que disfrute del ciclismo, que se lo pase bien y que haga amigos porque esos amigos no se perderán nunca. A mí me pasa, yo todavía guardo amigos de cuando competía en los pueblos de por aquí y sigo hablando con mucha gente de cuando tenía 10 años.
Al final se trata de disfrutar y de hacer algo que te gusta sin perder la esperanza. El ciclismo es de los deportes más bonitos y con más historia. Seguro que mejorará en España. Todo se basa en el esfuerzo pero sin dejar de divertirse. Eso sí, no recomiendo meter presión, que es un error que cometen muchos padres, que presionan a sus hijos para que triunfen en el deporte. Esto no es nada positivo para ellos y al final acaban por no divertirse y no disfrutar, que es de lo que se trata.
En mi caso, yo comencé a los 11 años y fue clave que no me metieran presión pese y que en la familia había muchos ciclistas. Yo me apunté por gusto propio y al final he llegado lejos gracias al sacrificio, no a la presión. Agradezco que mis padres no cometieran ese error. De hecho yo no ganaba carreras, pero poco a poco fui mejorando, porqué me divertía.
¿Crees que falta apoyo por parte de las instituciones en cuanto al ciclismo?
Sí. Los pueblos y los ayuntamientos deben de ayudar. Al final todo recae en los mismos deportes y se abandonan las escuelas de los deportes minoritarios. Yo creo que hay que recuperar las escuelas como por ejemplo la de Dénia que se perdió hace mucho tiempo.
Xàbia por ejemplo sí que tiene pero con mucho altibajo. Van niños con 8, 9 y 10 años y corren por toda la comarca. Así comienzan todos, yo incluido, y para eso es esencial el apoyo institucional. Además ahora, lo que veo es que se ha perdido mucho en comparación a cuando yo empecé. Antes era todo más familiar, no había la presión por parte de muchos padres y había mas amistades y ahora hay más rivalidades, lo cual no es positivo.