”La parada de Marilú”, la primera "food truck" de Dénia
Con la sección EMPRESAS SINGULARES, LA MARINA PLAZA pretende dar apoyo y visualización a aquellos proyectos empresariales de la comarca que destacan por su innovación o por apuesta por una economía sostenible. En esta ocasión hablamos con María Luisa Moncho y Cristina Serra, las responsables de La Parada de Marilú, la primera food truck de Dénia.
-En una feria de food trucks es un espectáculo ver a estas caravanas tan bonitas una al lado de la otra
-Nuestra caravana es de los 70 con una decoración muy femenina que gusta mucho, hasta la revista Vogue le hizo un reportaje
-En nuestra comarca aún son pocas las ferias que se organizan exclusivamente de food trucks con regularidad
-Las ferias de food trucks son una tendencia que ha llegado recientemente a nuestras poblaciones. ¿Cómo son este tipo de ferias?
-Los visitantes que acuden a una feria de food trucks se encuentran con un ambiente atractivo y novedoso, un motivo diferente para salir. Por un lado, tienen la oportunidad de probar diferentes tipos de comida en un ambiente relajado; por otra parte, encuentran unas caravanas preciosas de estilo retro que les llaman la atención y a las que hacen mil fotos. Además, en los eventos de food truks, hay música en vivo y una zona central en la que se instalan mesas para que los visitantes puedan comer. Esta combinación hace que a una feria de este tipo acuda todo tipo de gente, de todas las edades, jóvenes, familias, grupos de amigos…
-¿Cuál es la oferta culinaria que se puede encontrar en una feria de food trucks?
-Sobre todo comida que te puedes comer fácilmente con la mano: hamburguesas, siempre hay una caravana con cup cakes y dulces, fajitas, burritos, pizza... Hay caravanas especializadas en comida de un país, así que puedes probar comida chilena, colombiana, japonesa, italiana…
-Sin duda uno de los aspectos más llamativos de estas ferias es la decoración de las caravanas
-Sí, son caravanas vintage muy bonitas, su estilo retro llama mucho la atención, sobre todo cuando ves varias de ellas juntas. No se trata de caravanas actuales de remolques, al estilo, por ejemplo, de las que estamos acostumbrados a ver como churrerías, sino que están decoradas de una forma preciosa, con todo tipo de detalles. La gente se va a Francia a comprarlas, porque allí se pueden encontrar más caravanas de época. Es un espectáculo ver a estas caravanas tan bonitas una al lado de la otra.
La nuestra es una caravana de los 70 con una decoración muy femenina que gusta mucho, a los extranjeros les encanta, hasta la revista Vogue le hizo un reportaje. Sólo con decirte que si hubiésemos cobrado por cada foto que han hecho de nuestra caravana, habríamos ganado más que vendiendo comida…
-¿Qué tipo de comida ofrecéis en “La parada de Marilú”?
-En las ferias nosotras ofrecemos coques de dacsa. Hemos querido apostar por un producto nuestro, del terreno, ya hay demasiados que ofrecen burritos, hamburguesas o perritos. También hacemos crepes y gofres. Además servimos café, ya que tenemos una cafetera que hace un café buenísimo. De todas maneras, somos flexibles, nos adaptamos a lo que se ofrece en una feria, si ya hay alguien que ofrece coques de dacsa, pues nosotras cocinamos otro producto, ya que lo que queremos es trabajar y salir. Una ventaja que tenemos es que Cristina habla varios idiomas, por lo que se acercan a nuestra caravana muchos extranjeros.
-¿En qué tipo de eventos estáis presentes?
-Hemos estado en ferias de food trucks, como las Alcoi o la que se organizó en la Ciudad delas Artes y las Ciencias de Valencia estas navidades, en la que estuvimos casi un mes. También hemos realizado un buen número de eventos como cumpleaños, bautizos o bodas, a los invitados les gusta y les llama la atención ver la caravana instalada en el jardín o la terraza donde se realiza el acto. Además vamos a porrats o a ferias, de artesanía o de otro tipo, en las que complementan su oferta con paradas más de alimentación como la nuestra
-¿Cuándo empezasteis con este negocio?
-Empezamos en marzo de 2015 haciendo cumpleaños, somos la primera food truck de Dénia. Todo empezó porque después de haber pasado varios años en Cuenca, con un negocio de hostelería, regreso a Dénia con la ilusión de montar una cafetería, aunque no puedo emprenderlo por falta de capital. Por eso me pongo a buscar trabajo, pero me resulta imposible encontrarlo tal como está la situación laboral en Dénia y porque es casi un milagro que alguien contrate a una mujer de mi edad. Entonces veo que para salir adelante debo montar un negocio propio, la única manera de hacerlo en el sector de la hostelería es con una caravana e instalarla en las fiestas de los pueblos, en ese momento te puedo asegurar que yo no tenía todavía ni idea de la moda de las food trucks. Así que me lanzo, adquirí una máquina de café y me fui a Sevilla para comprar una caravana. Allí conozco el movimiento de las food trucks, que me encantó, y poco después visito una feria exclusivamente de caravanas en Madrid, en plena Castellana, para saber cómo funciona este negocio. Después fuimos a un par de ferias más de este tipo para recoger información.
-¿Pudisteis acceder a algún tipo de ayuda para montar vuestro negocio?
-De momento nada, ni ayuda por la edad, ni por empleo a la mujer. En el CREAMA nos dijeron que a lo mejor salía una a la que nos podría acoger, pero nada de nada hasta ahora.
-¿Cómo valorarías la experiencia que habéis vivido con la food truck ?
-Es muy interesante, lo pasas bien. Acabas conociendo a mucha gente muy diversa y con los clientes se establece un trato muy cercano y relajado, ya que el público acude a estas ferias para pasarlo bien, sin estrés. Por otra parte, no es una vida fácil, piensa que hemos estado todas las navidades fuera de casa, pero todo sea por trabajar.
Una cuestión complicada es introducirte en el circuito de caravanas que hacen ferias exclusivamente de food trucks, porque, aunque hace poco que ha surgido este movimiento, ya hay muchas caravanas.
-¿Los bares o restaurantes de las poblaciones en las que se instala una feria de food trucks os ven como una competencia perjudicial?
-Hay restauradores que sí, pero creo que no es así, una feria de food trucks se convierte en un motivo para salir, al igual que una feria medieval o de artesanía. La gente pasea, pica algo y muchas veces ni come en la feria porque no le apetece hacerlo de pie o al aire libre y acaba yéndose a los restaurantes de alrededor, que siempre están a tope por la gente que ha atraído el evento.
-En nuestra zona está empezando a haber un circuito de ferias de food trucks. ¿Cómo estamos con respeto a otras áreas del país?
-En Madrid sí son más normales las ferias únicamente de food trucks, por ejemplo la que te comentaba de la Castellana se celebra el último fin de semana del mes. Es increíble, hay un ambientazo impresionante, lleno de gente joven, con música en vivo. En Cataluña también hay muchos eventos de caravanas, de hecho me han llamado varias veces para que vaya.
Pero en las poblaciones de nuestra zona aún son pocas las ferias que se organizan exclusivamente de food trucks con regularidad. Ahora se empiezan a ver, pero puntualmente, por ejemplo en Polop, La Nucia, Alcoi o Valencia. Lo que también nos da salida en nuestra zona son otro tipo de eventos, como ferias de artesanía o porrat, que llaman a varias food trucks para ofrecer comida.
-¿Crees que es una actividad que va a ir a más?
-Estoy segura que sí, porque a la gente le gusta mucho este tipo de feria. Algo fundamental para que vaya a más es que la legislación se abra un poco a las necesidades de las caravanas y las food trucks, que las podamos poner en más sitios, por ejemplo en zonas de playa donde no hay chiringuitos o bares.
Podéis conocer más detalles de La Parada de Marilú en su facebook