Nueve lugares olvidados por Dénia
LLIBRET DE LA FALLA CENTRO
- Estudiosos del patrimonio reflexionan sobre espacios perdidos en "el extraño país del pasado": el trinquet, la caldera del gas, el búnker de la Guerra Civil, el Cementerio de los Ingleses, Les Drassanes, el túnel del Castillo, el patrimonio de Jesús Pobre, los comercios de principios del siglo XX o el matadero municipal
- La comisión insta a preservar esos lugares justo a las puertas de un nuevo Plan General porque su desaparición sería "inaceptable"
"Lugares y edificios abandonados y olvidados, en estado de decadencia". Hacia ellos ha proyectado la falla Centro de Dénia su llibret de 2015. Hasta nueve artículos firmados por estudiosos del patrimonio realizan en esa publicación un recorrido por la ciudad "para mostrar algunos tesoros que cotidianamente tenemos al alcance de la mano pero cuya existencia en muchas ocasiones desconocemos".
El itinerario es así apasionante y a veces también algo descorazonador. La propia falla alerta de que el estado de esos edificios es "preocupante" debido a que "tenemos tanto patrimonio histórico, arqueológico, cultural, arquitectónico o artístico que la administración pública no puede hacerse cargo de su recuperación por falta de recursos y el sector privado difícilmente invierte sino es para conseguir un beneficio económico propio".
El llibret matiza que no ha pretendido realizar un trabajo de denuncia. Pero sí señala que con el nuevo Plan General de Dénia a punto de ser aprobado, "somos los dianenses los que más atentos hemos de estar a lo que pueda pasar con nuestro patrimonio porque las actuaciones que hagamos o dejemos de hacer en nuestro territorio son irreversibles".
Y para proteger una memoria es necesario antes que nada conocerla. Este es el propósito de esta iniciativa. Centro nombra al pensador norteamericano David Lowenthal, quien decía que "el pasado es un país extraño". Por eso, la comisión alerta de que "si no vemos esos edificios como una parte de nuestra historia, nada impedirá que caigan progresivamente en el olvido y puedan llegar a desaparecer; quienes firmamos este libro creemos que eso es inaceptable".
EL ITINERARIO
Josep Ahuir. Arqueólogo e historiador. El trinquet de Vista Alegre. Simboliza quizás como ningún otro edificio el olvido que sufre el barrio de Les Roques. Fue uno de los trinquets valencianos más importantes y uno de los más antiguos, construido en 1874. Tiene el privilegio de ser el único con pared de l'escala compartida con la muralla del Castillo y de ahí nació la famosa frase de tocar muralla, habitual en las partidas de pilota valenciana. Dejó de utilizarse después de la inauguración del nuevo recinto en 2010 y a partir de entonces se ha ido deteriorando sin que las promesas para volverlo a poner en valor, desde la creación de una escuela de pilota municipal hasta un museo, hayan cristalizado.
Fernando Reig Mascarell. Abogado. Les Drassanes. Utilizado para la construcción y reparación de buques, ocupaba los actuales espacios del hotel la Posada del Mar y el restaurante Drassanes y fue construido hacia 1500. Un perfil del mismo, con sus cuatro arcos, se aprecia en el famoso cuadro de la expulsión de los moriscos en 1609. Sirvió como aduana y tuvo gran importancia cuando se construyó el nuevo puerto en el siglo XIX, pero entró en decadencia hacia 1920, después de que la dársena se trasladara hacia el sur. Durante la posguerra, albergó la elaboración de anchoas y sardinas en conserva. En los años 60 se derribó la mitad occidental para construir viviendas, conservándose sólo un arco que aún se aprecia en el restaurante. A pesar de que la parte oriental fue protegida en los años ochenta, se derribó también en 1983, si bien otros dos arcos aún se distinguen en el hotel.
Pedro Bernal. Historiador. El proyecto Túnel. Refugio de la Guerra Civil. A partir de noviembre de 1937 se construyó en las entrañas del Castillo un túnel para proteger a la población de los bombardeos aéreos. En realidad se diseñaron dos galerías, pero sólo se construyó una, la que hoy une la calle La Mar con Ronda de Muralles. La segunda que se planificó nunca llegó a concluirse debido al fin de la guerra: transcurría desde el puerto hasta la calle Trinitat. Cuando bramaban las sirenas que anunciaban los terribles bombardeos, los vecinos corrían a refugiarse bajo aquel túnel, que disponía de bancos. La población, muchas veces hambrienta, miraba los plátanos que estaban allí madurándose y que no podían tocar. La última reforma se realizó en 2009 con el propósito de convertirse en un museo histórico que nunca ha visto la luz.
Lluís Grimalt. Periodista. Arquitectura olvidada de la Guerra Civil Española. Sometida también a constantes ataques navales, Dénia contó con una importante red de búnkers y elementos defensivos durante la guerra. En la actualidad, sólo se conserva el del Marge Roig: casi abandonado, Grimalt exige su restauración y conservación. El artículo contiene además una profunda reflexión sobre los efectos de la contienda en Dénia, "un cruel enfrentamiento que llegó a separar familias y amistades". Y aporta un desgarrador testimonio de Sebastià Grimalt sobre el primer bombardeo de un buque a la ciudad desde el mar:
"Desprès ens van dir que una dona i una xiqueta havien mort a la Caldera del Gas. Aquell va ser el primer bombardeig sobre Dénia. Vam assumir que la guerra anava a ser dura, i al principi teníem por, però poco a poc ens vam acostumar a viure escoltant les xiulades de les bombes (...) i les alarmes d'alerta. Sempre recordaré el nom d'aquell vaixell: El Canarias".
Javier Calvo. Historiador. Vida comercial en Dénia a principios del siglo XX. Persianas automáticas, última novedad; Chocolatería de Antonio Agulló; Academia de francés Mr. Planchard; Gran establecimiento de Platería; Grandes talleres fotográficos de J. Ribas Ferrer; Librería y centro de suscripciones J. V. Sapena: Tienda de Ultramarinos Pedro Solbes... Con la vieja tipografía de antaño, el artículo de Javier Calvo reproduce los anuncios de la floreciente vida comercial de la Dénia hace un siglo sobre las fotografías de las calles donde se emplazaron. Calvo rememora para ello en la prensa de la época (periódicos ya míticos: Dénia Galante, Dénia Republicana, El Agrario, El Liberal, El Progreso, El Porvenir, El Clarín). La crisis de la pansa provocó un florecimiento defábricas de conservas, serrerías y madereras, fábricas de juguetes, bancos y bufetes de abogados, teatros y bares....
Arturo Ruiz. Periodista. El cementerio de los ingleses. Construido en 1856, tenía como objetivo dar sepultura a los comerciantes y marineros de origen británico que habían desembarcado en la ciudad por la pansa. Siglo y medio después, el lugar adolece de graves deficiencias de conservación y, aunque está protegido, se encuentra en manos privadas y ni siquiera figura en las rutas turísticas. Ello no es óbice para que continúe siendo uno de los entornos más idílicos del litoral de Les Rotes. En el camposanto se encuentra un monolito con un poema dedicado a la familia Rankin en el que figura un poema de John Dos Pasos que constituye uno de los mejores tributos jamás otorgados a la ciudad.
"Sería hermoso morir en Dénia/joven, bajo el abrazo del sol/tumbado junto al azul ardiente del mar/y el reclamo permanente de los cerros de hierro/ Denia, donde la tierra es roja como la herrumbre/y las colinas son del color de la ceniza"
Jaume Sau Moncho. Historiador del arte y gestor cultural. La Fábrica del Gas. El gas llegó a la ciudad en 1888, en la época dorada de la pansa. Las inversiones británicas, con la cooperativa Whosale a la cabeza, desataron en Dénia un boom económico que provocó no sólo la construcción de la fábrica del gas, sino también la expansión urbana, teatros, lujosas fincas agrícolas de la burguesía, proyectos portuarios o la llegada del tren.
"El dia 6 de maig de 1888, davant d'una multitut allí reunida, la primera llum de gas era encesa per l'alcalde de Dénia en la façana de l'Ajuntament. Els tocs de campana i la música acompanyaren un acte mitjançant el qual Dénia passava a ser una de les poques ciutats a Espanya amb aquest servei"
La caldera del gas ubicada en la parte baja de la ciudad suministraba el preciado combustible a las calles del centro histórico, el puerto o Les Roques. Sau alerta de que el estado de tan preciado vestigio es hoy alarmante y que nada se ha hecho para acelerar su conservación, a pesar de que así lo dictaminaba una sentencia en 2004.
Vicent Martí. Historiador y arqueólogo. El matadero municipal. Martí entrevista a Vicent Mahiques, una de las últimas personas que trabajó en el matadero de Dénia, inaugurado en 1895 y cerrado en 1992. Mahiques repasa el funcionamiento de aquellas instalaciones y sus propias experiencias personales en el oficio. Atención a su relato de una misteriosa subvención que se había concedido en los años setenta para la mejora sanitaria del recinto y que el ayuntamiento dedicó a otros menesteres aún hoy desconocidos.
Josep Fornes Mut. Historiador y antropólogo. El siglo XVIII en Jesús Pobre. Una parte del patrimonio erigido en Jesús Pobre hace ya más de trescientos años todavía puede rastrearse: el hospicio de los franciscanos y de la iglesia, casas de labranza, alquerías y molinos. Así como las partidas que en aquel siglo XVIII quedaron deshabitadas y en ruinas:
"Contestan los naturales de Xàbia en que hubo en el término de esta feligresia dos lugarcillos llamados vulgarment Soberana y Benissadeví, se hallan del todo despoblados y quedan ruinas de sus cementerios y carceles". Gregorio Maians. 1760.
En un segundo artículo, Fornes evoca otros dos lugares casi olvidados de Jesús Pobre: Els Quatre Cantons, un grupo de casas alzadas entre 1873 y 1900 donde aún se conservan dos riuraus. Y Els Corrals del Montgó, erigidos durante los siglos XVII y XVIII como refugio para los pastores.
Las historias de los lugares y de los nombres de Dénia son importantes, son esa piel que cubre el entramado interno del cuerpo urbano y la coraza que los pone a resguardo, de muchas veces, de la superchería histórica y los oportunismos políticas de algún instante, sin ir más lejos como en éstos momentos.
Es importante que exista esta clase de artículos con cuya información deberíamos concienciarnos de la importancia de cuidar lugares tan emblemáticos que constituyen nuestro propio pasado. Tendría que ser un aviso a las Administraciones y a los particulares ya que si no se rehabilitan perderemos nuestra Historia y el recuerdo de nuestros antepasadosde nuestro